El espectacular vestíbulo de estilo clasicista francés de la estación internacional de Canfranc poco a poco recupera su esplendor y la profusa decoración que engalanaba sus muros. Este año los alumnos de la escuela superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón --un centro público dependiente del departamento de Educación y Cultura de la DGA-- ya están trabajando en la tercera campaña estival de reconstrucción del espacio.

La intervención, financiada por la DGA, está siendo especialmente complicada puesto que prácticamente el 90% de la decoración original fue destruida tras un proyecto aprobado en el 2003 para la rehabilitación del edificio y que quedó abandonado e inconcluso en el 2009.

En la campaña del año pasado participaron 10 alumnos y ya se consiguió restituir parte de la iconografía original en la que se incluían algunos de los relieves alegóricos del dios Mercurio --el valedor de los transportistas-- que adornaban la estancia.

En esta nueva intervención está previsto trabajar en la zona central del edificio, una zona especialmente compleja por su extensión. Los alumnos de la escuela estarán trabajando en el interior del monumento hasta el próximo día 4. Posteriormente seguirán los demás gremios, hasta culminar la fase a final de agosto. La escuela ya ha manifestado su voluntad de que el proyecto tenga continuidad y prosiga en sucesivas campañas hasta devolver a la estación "parte del esplendor que hizo de este edificio un hito en su época".

El mayor problema que se han encontrado hasta ahora es la recuperación de algunos detalles, muy deteriorados por culpa del abandono general. Además, los modelos originales se han perdido y su recuperación se hace gracias a modelos similares.

La estación de Canfranc, que hoy recibe la visita de la directora general de Vivienda y Rehabilitación, Mayte Andreu, pasó desde enero del 2013 a formar parte del patrimonio de la comunidad con la compra del edificio por parte del Gobierno de Aragón.