El Ayuntamiento de Zaragoza realizará la próxima semana nuevos muestreos y prospecciones en las orillas del Ebro, piscinas municipales y allí en donde a finales de junio y primeros de julio se detectó mosca negra para decidir si vuelve a repetir el tratamiento larvario aplicado hace ya un mes. Se trata de una evaluación previa sobre la expansión del insecto, que sigue atacando a quienes pasean por las orillas. No obstante, la bajada de temperaturas y la efectividad alcanzada por el insecticida biológico aplicado en julio, del 95%, ha rebajado, en principio, los niveles de picotazos de junio.

En colaboración de nuevo con la Facultad de Veterinaria, se volverán a recoger muestras en los puntos en donde ya se ha actuado y se tiene constancia de presencia de huevos. No obstante, la directora del Instituto Municipal de Salud Pública, Mercedes Navarro, no descartó una nueva actuación para combatir la siguiente generación de mosca negra.

Y es que, aunque se hayan pulverizado orillas y hasta piscinas municipales, los expertos, como el profesor Javier Lucientes, de la Universidad de Zaragoza, ya ha advertido que "no hacemos nada si todos los esfuerzos se centran en una zona o ciudad, porque los insectos no tienen fronteras. Y esta mosca vuela en un radio de entre 20 y 30 kilómetros".

Lucientes y el propio ayuntamiento de la capital han admitido que el problema es global, por lo que los tratamientos tendrían que expandirse al resto de municipios aledaños. Y ya hay presencia de mosca negra tanto aguas abajo como aguas arriba de Zaragoza.

La mosca negra necesita de zonas húmedas como piscinas, riberas y parques para sobrevivir. Y ese es su corredor natural de expansión. En los últimos días, de hecho, parece haber un nuevo rebrote de picotazos en municipios de los alrededores de Zaragoza.

"Del río salta a lugares con cierta vegetación. Y no le importa el calor. Son especies de ríos de montaña y están adaptados a temperaturas bajas, de 6 y 8°, que sí matarían a los mosquitos", explicó Lucientes. El tamaño de la mosca negra es algo menor que la doméstica. Y es la hembra la que pica a personas y animales porque necesita la sangre para el desarrollo de los huevos.