El equipo de diseñadores y arquitectos de la Escuela Superior de Artes y Diseño de Zaragoza y la constructora que realizaba las obras han llegado a un acuerdo que permitirá reanudar las obras el próximo lunes. Cuando se cumple justo un mes del parón de los trabajos que se estaban realizando en este edificio, ambas partes han llegado a un acuerdo en la modificación de unos materiales que, según aseguraba la constructora, aumentaba el precio inicialmente pactado. Eso puso en peligro la fecha de entrega de la obra a su propietaria, la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón.

El departamento ha seguido de cerca las evoluciones de este conflicto, preocupada ante la posibilidad de que el pleito pudiera suponer un retraso y no se pudieran iniciar las clases si los directores de los centros lo consideraban oportuno. Según aseguraron ayer, esperan que se puedan mantener los plazos fijados y después del Pilar se puedan dar clases en este edificio si así lo estiman los responsables educativos de ambas escuelas.

El acuerdo, en el que según algunas fuentes han tenido que ceder ambas partes, llega justo en un momento oportuno, puesto que la Administración autonómica estaba sopesando la posibilidad de lanzar un ultimátum a la empresa constructora para que reanudara las obras que decidió parar de inmediato el pasado 18 de agosto.

La Escuela Superior de Diseño cuenta con cuatro talleres, catorce aulas, seis departamentos, una biblioteca y un laboratorio fotográfico y está en la parcela norte, que es la que está más avanzada. La Escuela de Artes ocupa la parcela central, con un gran vestíbulo, una biblioteca y más de 25 aulas. La azotea alberga un gimnasio cubierto y pistas polideportivas. En la parcela sur, la más próxima al río y más visible, el auditorio y sala de exposiciones.