El documento de Bases de la Política del Agua en Aragón hace una referencia, en su punto 2.4, a la necesidad de ajustarse a un calendario de actuaciones una vez que se decidan los proyectos que se van a llevar a cabo. Dicho punto señala que el nuevo Pacto del Agua "ha de llevarse a cabo con arreglo a una programación racional y respetada por todas las administración públicas". Éste sería un nuevo intento de los responsables por planificar y poner fecha y hora a los proyectos de regulación, después de que fracasara estrepitosamente el cronograma que incluía el Pacto del Agua del año 92. Este último proyecto tenía una vocación muy ambiciosa, porque pretendía que los más de 30 proyectos de regulación pactados estuvieran listos en el año 2002. Cuatro años después, el balance en el 2006 es desolador si se observa lo realizado: apenas un embalse ejecutado, aunque no está funcionando.