Los quiosqueros de Zaragoza amenazan con dejar de vender y recargar tarjetas bus a partir del 15 de febrero si la distribuidora del servicio no incrementa su porcentaje de beneficio. En estos momentos, el propietario de una papelería en la que hay máquina expendedora cobra un 1,5% de la facturación del aparato, cantidad que los autónomos consideran insuficiente.

La denuncia la ha formulado la Asociación de Vendedores de Prensa, Revistas y Publicaciones de Aragón después de haber celebrado una asamblea extraordinaria. Según argumentan, el margen de beneficio que obtenían cuando se vendían bonobuses de cartón era de un 2,65%, frente al 1,5% actual.

Belén Arangüena, portavoz de este colectivo, explicó que en algunos quioscos con esa cantidad no se están cubriendo los gastos que genera el mantenimiento del aparato. "La máquina gasta luz y un rollo especial térmico, y además aumenta el cómputo general de la facturación de la papelería, por lo que nos están contabilizando unas ventas que en realidad no nos resultan nada rentables", esgrimió esta autónoma. Según añadió, el único beneficiario es la distribuidora de las máquinas de recarga.

Por este motivo han fijado como fecha límite el 15 de febrero. Si ese día la empresa intermediaria no ha satisfecho sus reclamaciones, los quioscos dejarán de expender tarjetas para poder utilizar el transporte urbano en Zaragoza.

El día 13 por la tarde está prevista una reunión entre los miembros de la asociación y la distribuidora para intentar alcanzar un acuerdo. Según explicaron fuentes de esta empresa, el colectivo de vendedores no se ha dirigido a ellos para plantear su reclamación, pero de cualquier modo indicaron que las cifras están muy ajustadas. "No podemos incrementar los márgenes de beneficio, porque hay una inversión muy potente en maquinaria a la que hay que hacer frente", indicaron.

La distribuidora concurrió al concurso convocado por TUZSA (la empresa encargada del transporte urbano de Zaragoza) para gestionar el uso de las máquinas de recarga de tarjeta. Esta compañía dijo no tener ninguna relación con el conflicto, pero sí recordó que cuando se adjudicó el servicio se tuvo en cuenta las condiciones técnicas "inmejorables" de la distribuidora. Asimismo, subrayaron que la prestación se está realizando de forma "muy satisfactoria".

Este concurso también es cuestionado por los vendedores de prensa. Lo que ellos reclaman es que se licite de nuevo la explotación para que los quioscos puedan concurrir de forma agrupada. "Y eliminar así a la distribuidora, que actúe de intermediaria", apuntó la portavoz de la asociación de empresarios. No obstante, TUZSA se mostró partidaria de cumplir el contrato hasta su finalización.

La Asociación de Vendedores de Prensa se encuentra englobada en la Unión Profesional de Trabajadores Autónomas (UPTA), colectivo que estudia si la distribuidora está ejerciendo una posición dominante en el mercado.