SEO Birdlife Aragón ha denunciado la situación de algunas aves autóctonas que están perdiendo población por diversos factores, la mayoría de ellos provocados por el ser humano, como son la contaminación y la aparición de especies exóticas invasoras en su ecosistema. Las autóctonas más castigadas son los gorriones, codornices, golondrinas, y las urracas.

Para elaborar unos indicadores de la situación de aves en la comunidad, SEO Birdlife atiende a una metodología estandarizada en Europa: las divide por zonas (con árboles, matorrales, humedales, núcleos urbanos, esteparios y agrícolas). "El hábitat más deteriorado es, sin duda, el agrícola", explicó Luis Tirado, delegado de SEO Birdlife Aragón. "Al contrario de lo que se piensa, los núcleos urbanos están estabilizados, e incluso hay muchas especies que se están trasladando a él por su microclima", continuó.

Las zonas agrícolas y esteparias se encuentran en una importante caída en cuanto a la desaparición de las distintas aves. Esto se debe, en gran parte, a los sistemas utilizados para trabajar en el medio agrario, como los pesticidas, purines, la contaminación de los ríos, los regadíos o las concentraciones parcelarias. Los más afectados son la golondrina común y la codorniz común.

CAUSAS

Esta situación se ve claramente en la provincia zaragozana donde, según Luis Tirado, todas las aves han ido trasladándose paulatinamente del entorno agrícola a la ciudad por varios motivos. La principal causa se encuentra en la búsqueda de ese clima más cálido (sobre todo en periodos fríos) que solamente se encuentra en los núcleos urbanos, además de la facilidad para hallar comida.

Dos especies que eran comunes en estas zonas del campo, la codorniz y la golondrina, están en caída libre en cuanto al número registrado en la comunidad. La población de la primera de ellas ha descendido hasta en un 60%, mientras que en el caso de la segunda, ha llegado a un 40%.

Todos los datos recopilados en los últimos años se han realizado por voluntarios del programa Sacre de SEO BirdLife. Las nuevas especies invasoras, como las tórtolas turcas y las cotorras argentinas, van tomando presencia en la comunidad a la vez que exterminan lentamente las autóctonas. "En las últimas décadas ha habido una explosión de estas aves invasoras, que se han trasladado de otros países de forma natural", señaló el delegado de SEO Birdlife Aragón.

"Además, tenemos el problema de su rápida expansión por culpa de la suelta ilegal", continuó. "Deberíamos concienciar más a la sociedad sobre este problema". Estas aves destrozan los nidos de las nativas, se hacen con su comida y sustento, y colonizan las zonas en las que antes se situaban.

La tórtola europea y la paloma torcaz son algunos de ellos. La primera, aunque ha sufrido un descenso de un 20%, se encuentra en un proceso de reactivación a partir del 2014. Las palomas han experimentado un aumento desde 2007 de un 70%, sin embargo, en los últimos años se ha estancado.