La comarca Somontano de Barbastro ha convocado hoy a los empresarios y demás agentes locales de Bierge y alrededores para consensuar las medidas que ayuden a paliar la masificación que sufre la presa, que el pasado verano ya llevaron al ayuntamiento de la localidad a colocar carteles prohibiendo saltar desde los ocho metros de altura del embalse y el baño. Aunque con escaso éxito al final.

Según publicó Radio Huesca, el presidente de la comarca, Jaime Facerías, considera imprescindible fijar «un calendario de actuaciones, y aplicarlo». La idea ya cuenta con el respaldo de la DGA, que el pasado verano anunció su intención de redactar un documento para la protección medioambiental de la zona, y del alcalde de la localidad.

El salto de Bierge, surgido a raíz de la construcción de una presa para la central hidroeléctrica en el río Alcanadre, atrae cada año a más visitantes, autobuses enteros llegados incluso desde otras comunidades, debido al idílico paisaje y al aliciente del salto, con el que muchos culminan el descenso del barranco de la Peonera.

Su atractivo ha ido conociéndose más en los últimos años, más aún tras aparecer en un anuncio de una conocida marca de productos tecnológicos, y la masificación ha hecho peligrar el equilibrio medioambiental de la zona. Muchos incívicos no recogen la basura que llevan, y la DGA ha tenido que dedicar cuadrillas de la empresa pública Sarga a la limpieza del enclave.

Por esto, además de por los posibles problemas de seguridad (aunque, al menos en los últimos años, no ha llegado a haber heridos en el salto), el consistorio colocó el pasado verano los carteles y estableció la prohibición del baño. La DGA encabezó un proceso para establecer algún tipo de norma para regular el acceso, pero no dio tiempo a ponerla en marcha.

Con reuniones como esta, a iniciativa comarcal, esperan que para el 2017 sí haya una legislación a la que atenerse.