El belén de la plaza del Pilar de Zaragoza ha vuelto a ser objetivo de los vándalos en los últimos días. Los vigilantes del conjunto y la Policía Local ya han constatado la sustracción de varias piezas, como la figura de un burro (casi de tamaño real) que un hombre logró sacar del recinto, en la madrugada del viernes al sábado. Hace dos años, el niño Jesús ya desapareció durante la fiestas, lo cual obligó a que los responsables de la sociedad Zaragoza Cultural tuvieran que realizar una copia para completar el nacimiento.

"Todos los años se producen problemas de este tipo, al ser ésta una zona de tránsito de muchas personas a los bares de copas", explicó uno de los vigilantes del belén, por el que el año pasado pasaron unos 300.000 visitantes. Precisamente, durante una de sus guardias se produjo el robo de un burro de grandes dimensiones, a las seis de la madrugada.

"Me había ausentado para ir al servicio y la policía me llamó diciendo que habían tenido un aviso de que un hombre se estaba llevando la figura elevándola por encima de la valla", explicó el vigilante que estaba de guardia en la noche del suceso, en la madrugada del viernes.

Pocos minutos después de este aviso, la propia Policía Local detuvo al caco ("que presentaba síntomas de embriaguez", según explicaron), en el cercano paseo de Echegaray y Caballero, "cuando intentaba meter el burro en un vehículo viejo" (sin lograrlo, debido a las dimensiones del animal). Los vigilantes destacaron "la eficacia y rapidez" de la Policía, que frustró el intento de robo en apenas unos minutos.

OTROS HURTOS No es éste el único robo que se ha producido en los últimos días. De hecho, según han detectado los vigilantes "se han llevado ya un cerdo, frutas y otros objetos". "Todas las noches hay algún follón, generalmente con gente que va bebida", dicen.

"Es difícil controlar todas las figuras --más de 30-- y los ornamentos, pero hace unos días nos dimos cuenta de que faltaban también unos platos de latón y yo estoy convencido de que antes había más vasijas de barro de las que quedan ahora".

El belén cuenta con vigilancia privada durante las 24 horas del día. Además la Policía Local patrulla habitualmente la zona y los guardias de seguridad tapan cada noche el área de la recreación del mercado (para evitar que los transeúntes arrojen objetos), recogen las lanzas de los romanos y guardan el niño Jesús bajo llave.

Precisamente, esta medida se tomó cuando esta figura fue víctima de un robo, hace dos años (sólo una Navidad después de que se inaugurara el conjunto). Dicha circunstancia y el vacío que la ausencia del niño Jesús provocaba en el Nacimiento, obligó a los responsables de la Sociedad Zaragoza Cultural a crear un duplicado.