La hasta hoy presidenta del PP de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, se ha despedido de la militancia en el XII Congreso Autonómico de su partido haciendo una cerrada defensa de la libertad individual frente al "igualitarismo" de la izquierda y, sobre todo, de la vigencia de las instituciones democráticas.

Rudi accedió a la presidencia del PP de Aragón en noviembre de 2008, cargo en el que ha permanecido hasta hoy, cuando el presidente del PP de Zaragoza, Luis María Beamonte, le toma el relevo.

La ya expresidenta, en una especie de testamento político, ha puesto en valor el ideario político que ha defendido al frente de los populares aragoneses, basado en la libertad individual frente "al igualitarismo que iguala por debajo"; en el respeto frente al sectarismo; en la fortaleza de las instituciones frente a quienes las erosionan, y en la verdad frente a la manipulación de la realidad.

Rudi ha comenzado su discurso de despedida agradeciendo a todos cuantos han colaborado con ella, trabajando "en cuerpo y alma", para "construir y actualizar" el proyecto del PP.

Todas sus decisiones, "más o menos acertadas e incluso alguna errónea", han tenido una guía: la defensa del interés general de todos los aragoneses, que es la "obligación" de quien piensa "a largo plazo".

Rudi ha procurado, ha dicho, que su actuación se guiara por la moderación, el diálogo y el respeto. "Y lo conseguimos entre todos", ha dicho, aunque ha lamentado que "casi nunca" encontró "esa misma actitud de cooperación" en otros partidos.

Y ha defendido la gestión que tuvo que llevar a cabo de la crisis económica "más larga y profunda de la democracia" cuando fue presidenta del Gobierno de Aragón, periodo en el que "a pesar de los escraches y las camisetas de todos los colores", los servicios públicos ganaron en calidad, ha asegurado.

Sin embargo, para Rudi, Aragón se enfrenta hoy a importantes problemas.

Ha lamentado que hoy día sea preciso reivindicar cosas que podrían parecer obsoletas: la libertad individual, las buenas prácticas democráticas, la democracia representativa e, incluso, la tolerancia.

Y eso porque "quienes venían con nuevas formas de hacer política, lo único que han enseñado son prácticas intolerantes".

Para Luisa Fernanda Rudi, los "populismos" son la respuesta al "gran descontento social" generado por el "cóctel explosivo" de la crisis, la corrupción y las "malas prácticas" del PP en otras comunidades.

Ha lamentado, en este sentido, que hayan tenido que pagar "justos por pecadores" y que los escándalos de algunas autonomías, que no ha nombrado, hayan afectado a los populares de Aragón, pero también de ambas Castillas o de La Rioja.

La ciudadanía, ha agregado, "ha buscado refugio" y lo ha encontrado en los populismos, caracterizados, según Rudi, por proponer soluciones elementales para problemas complejos, por "decir a cada uno lo que quiere oír", por aplicar "la ley del embudo", por mostrar "desprecio" al funcionamiento de las instituciones y por etiquetar a sus "enemigos" con calificativos como "casta" o "trama" para justificar sus acciones.

Pretenden, ha resumido, "destruir todo el entramado institucional" construido en España desde 1978, y por eso ha deseado al PSOE que "encuentre su lugar" y no sea "corresponsable" de lo que está ocurriendo en muchas instituciones, tanto en Aragón como en España.

"El mundo feliz que algunos proclaman es imposible", ha insistido Rudi, quien no comparte los postulados de quienes defienden una sociedad "permanentemente subsidiada", algo "imposible de mantener".

Finalmente, se ha puesto a disposición de Luis María Beamonte en su nuevo cometido, porque a ella ahora, después de 35 años de militancia en el PP de Aragón, le corresponde abrir "otra época".