El menor de edad condenado por la muerte de un guardia civil al que arrastró con su vehículo en Barbastro en marzo de este año recuperó ayer la libertad al haber alcanzado el tope de internamiento (nueve meses) sin haber sentencia definitiva. A. G. N. salió por la mañana del centro de menores de Juslibol y viajó a Barbastro, donde está obligado a residir según el auto emitido el pasado viernes por la jueza del caso.

La puesta en libertad del autor del atropello del agente de la Benemérita causó una gran indignación en la opinión pública. El abogado de la víctima, Mariano Tafalla, trató de evitar esta medida, pero la magistrada invocó la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores (LORPM), que establece la puesta en libertad cuando se cumple el periodo máximo de internamiento provisional y no existe sentencia firme.

Técnicamente, se halla en situación de libertad vigilada, lo que implica que debe presentarse cada día en el Juzgado de Menores de Huesca o en el de Barbastro y ante la Policía Local de la capital del Somontano los sábados, domingos y días festivos.

RECURSOS

«Estará en esta condición de libertad vigilada hasta que se dicte sentencia por parte de la Audiencia de Huesca, que verá los recursos presentados por las partes», señaló ayer Cristina Dolcet, abogada del menor.

La jueza de menores rechazó las peticiones de la acusación particular de poner una pulsera localizadora al joven y de establecer una orden de alejamiento respecto de la familia de la víctima, que también reside en Barbastro.

A. G. N. emprendió la huida de un control de carretera ubicado a la entrada de Barbastro. Uno de los agentes se aproximó a su vehículo y, cuando tenía parte de su cuerpo dentro del mismo, el joven aceleró y salió a toda velocidad a la N-240, donde colisionó con otro coche. El guardia civil falleció como consecuencia de las lesiones sufridas al ser arrastrado.

Junto al conductor viajaban otros menores, pero estos fueron exonerados de toda culpa. El suceso causó una honda conmoción en Barbastro, donde residía hacía tiempo el agente fallecido, que era natural de Zamora y tenía 54 años.

Precisamente, algunos vecinos de la localidad consideran que la liberación temporal del acusado puede crear una gran tensión, dado que se trata de una pequeña ciudad. Sin embargo, el auto estipula claramente que debe volver a su domicilio familiar.