El Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón insiste en el "impacto mínimo" que provocará entre los afectados la aplicación en la comunidad autónoma del copago de farmacia hospitalaria, que obligará a abonar parte del coste de los medicamentos que deben tomar enfermos crónicos o graves de dolencias como el cáncer o la hepatitis, entre otras.

La Administración, que todavía no ha aclarado cuándo instaurará el sistema en la comunidad --el consejero Oliván dijo hace diez días que el sistema todavía no estaba preparado-- incide en que lo aplicará y que los 42 fármacos afectados por esta medida y que hasta ahora se dispensaban de forma gratuita en farmacia hospitalaria a pacientes no ingresados, pasarán a ser de copago para algo más de 1.000 aragoneses, que abonarán un máximo de 4,20 euros por envase.

En respuesta a preguntas formuladas en las Cortes por IU y PSOE, Oliván explica que ni siquiera se planteó la posibilidad de no instaurar el sistema porque "la aportación en los servicios de farmacia hospitalarios tiene rango de Ley que afecta a un tema de competencia exclusiva del Estado de acuerdo con el artículo 149 de nuestra Constitución, por lo que no es cuestionable su cumplimiento por parte de las comunidades autónomas y, además, somos partidarios del cumplimiento de las leyes y de la equidad de los españoles cualquiera que sea su lugar de nacimiento por lo que no nos planteamos si vamos o cumplir o no la ley", expone en el Boletín Oficial de las Cortes.

El consejero incidió que se ha establecido una aportación máxima de 4,20 euros "para unos medicamentos de un precio elevadísimo, por lo que no va a suponer un impacto económico importante para los usuarios afectados cuando se excluye de la aportación a parados de larga duración, pensiones no contributivas, accidente de trabajo y enfermedad profesional y existen topes en la aportación de 8,14 , 18,32 y 61,08 euros para los pensionistas según su nivel de renta".