A escasos dos años desde que el Ayuntamiento de Zaragoza solicitara al Ministerio de Fomento la cesión de la avenida Cataluña, los vecinos no quieren esperar más. La próxima semana celebrarán una asamblea en la que decidirán si el próximo mes convocarán una manifestación para protestar por su situación.

"Es como si quemáramos nuestro último cartucho. Es una manera de volcar todo lo engañados que nos sentimos por los políticos", indicó la presidenta del colectivo, María Luisa Gómez. Según ella, aún no han podido mantener una reunión con Urbanismo. De ahí que la manifestación se presente como un acto final, una solución radical ante una situación que se prolonga sin que atisben, explican, muchas esperanzas.