Teruel se convertirá en unos meses en una referencia mundial en el estudio del cosmos gracias a los dos telescopios del Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ), dos de los ojos más potentes desarrollados hasta ahora con los que el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA) llevará a cabo un pormenorizado estudio cartográfico del universo.

La labor más inmediata de estos ingenios tecnológicos, el JAST/T80 y el JST/T250, situados en el paraje conocido como el Pico del Buitre, a 1.956 metros de altura, en el municipio turolense de Arcos de las Salinas, consistirá en elaborar un gran mapa tridimensional del cielo que cubrirá 8.500 metros cuadrados gracias a sus potentes instrumentos focales, de 90 millones y 1.200 millones de píxeles, respectivamente.

Una de las primeras imágenes remitidas por el T80 --todavía en pruebas-- se dio a conocer ayer: la luna como nunca se havía visto. En lontananza, un desafío mucho mayor, el estudio de la energía oscura, cuya naturaleza se desconoce por completo y que, según informó ayer el director del CEFCA, Mariano Moles, "podría representar más del 70% del contenido del universo". El complejo astrofísico está compuesto por 5 edificios interconectados que acogen los laboratorios, centros de datos y servicios generales, además de la cúpula que albergará los monitores para el control de las condiciones y calidad de la atmósfera y las dos cúpulas para los telescopios.

La visita ayer de la presidenta Luisa Fernanda Rudi junto al consejero de Industria y presidente del CEFCA, Arturo Aliaga, y el resto de autoridades, sirvió también para presentar el inicio de las obras de Galáctica, un centro para la difusión y práctica de la astronomía situado junto al núcleo urbano de Arcos de las Salinas que la próxima primavera pretende convertirse en un nuevo polo de atracción turística para toda la comarca de Gúdar-Javalambre. El centro de interpretación dispondrá de nueve cúpulas con tres telescopios semiprofesionales controlados remotamente y seis espacios para que los aficionados instalen allí sus propios aparatos. Además, el espacio contará con un parque expositivo y un auditorio para 100 personas.

Para estas obras se llevan ya destinados a diciembre del 2013, cerca de 35 millones de euros, de los que 27 millones proceden del Fondo de Inversión de Teruel (FITE) entre el 2007 y el 2013, y 2 millones han llegado procedentes de los Fondos FEDER.

PARAJE IDÓNEO La elección de el Pico del Buitre no ha sido caprichosa. A comienzos de los años 90 ya comenzaron los primeros trabajos para que la zona fuera reconocida por sus excelentes condiciones lumínicas para la observación científica del espacio. Ese empeño ha sido compartido por los diferentes ejecutivos autonómicos, y, según anunció ayer el consejero Aliaga, la previsión es que el próximo mes de octubre el Observatorio sea declarado «Infraestructura Científico-Técnica Singular», condición que solo ostentan 43 instalaciones en toda España. El consejero de Industria destacó también la proyección internacional del complejo, «que dispone de un equipo científico y tecnológico de probada cualificación y que está abierto a la visita de estudiosos de todo el mundo así como a la llegada de turistas para generar un notable desarrollo de la comarca y la región». En la misma línea se condujo el discurso de la presidenta Rudi, que llamó a la «colaboración del sector privado de la comarca para colaborar en la difusión y explotación del proyecto».

La visita de los representantes políticos congregó en la nave multiusos de la tranquila localidad de Arcos de las Salinas a todos los vecinos del pueblo, que celebraron la plasmación del proyecto y los mensajes esperanzadores de impulso y desarrollo para la comarca tanto o más como las reivindicaciones de su alcalde, José Luis Alvir, sobre varias obras demandadas, como el acceso sur a Javalambre. La larga comitiva de representantes políticos se desplazó en varios todoterrenos por un empinado desfiladero hasta el Observatorio Astrofísico de Javalambre, que asoma sobre un mar de cardos en medio de un paisaje lunar. Allí atendió a las explicaciones de los expertos y conoció las complejas condiciones en las que deberán trabajar los científicos durante el invierno. Luego descendió hasta los terrenos en los que desde el pasado mes de junio se está levantando el centro de interpretación Galáctica y finalmente acudió al encuentro con los vecinos.