En tan solo unos años, la Torre del Marqués, en Monroyo, ha pasado de ser uno de los proyectos más ambiciosos de la zona a la ruina. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Alcañiz subastará la finca en virtud de una ejecución hipotecaria a instancias de la CAI contra el empresario Mariano García Montes y su mujer. El complejo se convirtió en un referente en la comunidad al llegar a acoger en los años 2006 y 2007 concursos de hípica internacionales --bajo el nombre Torre del Marqués Trofeo Moët & Chandon--, que fueron apoyados por el Gobierno de Aragón, la comarca y el ayuntamiento.

Según adelantó ayer el Diario de Teruel, y tal como recoge el Boletín Oficial de la Provincia, la entidad reclama a García Montes 363.366 euros por la hipoteca y los intereses, además de 109.000 para intereses y costas de ejecución. La finca ha sido valorada en 881.622 euros, lejos de los seis millones por los que el empresario intentó vender su propiedad inicialmente --recogido por el periódico valenciano Levante en marzo de este año--, y también de los 3,5 millones a los que rebajó la cifra posteriormente.

El alcalde de Monroyo, Andrés Cros, reconoció ayer que lleva más de un año sin tener noticias del empresario valenciano, aunque expresó su malestar por el fin del proyecto. "Sabe mal que una cosa que funcionó, que era buena para la comarca y para el pueblo y que siempre respaldamos, se termine así", valoró el primer edil, que aseguró no saber nada de la situación económica de García Montes. "A los proveedores no sé, pero al ayuntamiento no le debe nada --añadió--, supongo que simplemente se ha ido todo al traste por la crisis".

El edicto establece que, salvo que el tribunal acuerde otra cosa, no se aprobará el remate si las posturas no superan al menos el 50% del valor de tasación o cubran, al menos, la cantidad por la que se ha despachado la ejecución. El empresario valenciano convirtió la finca turolense en un importante complejo hípico tras vender el proyecto del Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias a la Generalitat y dirigir las obras. Del certamen internacional de salto, que llegó a ser dirigido por Cayetano Martínez de Irujo, no queda nada, y sus compañías acumulan reclamaciones de deuda.