Tres empresarios del sector del calzado de Illueca aceptaron ayer sendas condenas de 9 meses de prisión y 1.080 euros de multa por haber estafado a la sucursal del banco Santander en la capital del Aranda, donde uno de ellos ejercía como subdirector. Según el relato de hechos que admitieron, ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, este último aprovechó su cargo para conseguir hasta 176.767 euros, que han devuelto.

Dos de ellos, Pedro Velilla y Francisco Gil, eran socios de la empresa Etruria, donde ejercía como gestor por las tardes Gabriel Gaspar. Este era a su vez subdirector de la oficina del banco Santander en Illueca.

Aprovechando esta condición, en el 2012, Gaspar gestionó una línea de crédito para la empresa de hasta 250.000 euros, para la cual fueron librando recibos de grandes operaciones con clientes que, en realidad, no existían. La operativa continuó hasta alcanzar los citados 176.000 euros, pero al cabo de dos años, Etruria entró en concurso de acreedores y el banco no llegó a ver un euro del crédito que había puesto a disposición de la empresa.

RESARCIDO

Así había sido al menos hasta ahora, y por ello la Fiscalía pedía inicialmente dos años y nueve meses de prisión para cada uno de los ahora condenados, por delitos de falsedad documental y estafa.

Sin embargo, estos han devuelto la cantidad, o al menos gran parte de ella, lo que ha contribuido a poder alcanzar un acuerdo con las acusaciones que les permite eludir la prisión, al considerarse el pago como atenuante muy cualificada. El banco se dio por satisfecho con la condena acordada.