En Aragón hay unas 1.000 niñas de entre 0 y 13 años con riesgo de ser mutiladas, según apuntó ayer la directora del Instituto de la Mujer (IAM), Pilar Argente, que subrayó la importancia de los programas de divulgación y prevención "que eduquen y que informen, sobre todo a la población procedente de países africanos, Oriente Medio y Sudeste asiático".

Argente señaló que la mutilación genital femenina "es un tipo de violencia contra la mujer que vulnera sus derechos humanos" y, por ello, defendió la "tolerancia cero hacia esa práctica tan dañina para mujeres y niñas".

Argente inauguró en la capital oscense la Jornada para la prevención y actuación ante la Mutilación Genital Femenina en Aragón organizada por el IAM en colaboración con Médicos del Mundo Aragón y explicó que la práctica sigue estando muy extendida en las culturas de determinados países africanos. Así, en la provincia de Huesca, se calcula que unas 356 niñas, hijas de inmigrantes, están en riesgo de sufrir esta mutilación al considerarse una tradición en sus familias. La mayoría provienen de Guinea, Gambia y Malí y viven en Huesca y Binéfar.

Para evitar esta práctica se presentó el protocolo de actuación que en Aragón coordina a los profesionales de Bienestar Social del IAM, de la Sanidad y Médicos del Mundo, para trabajar la prevención.

De momento, no hay constancia de ningún caso de mutilación en Huesca ni hay procesos penales abiertos. El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Huesca, Felipe Zazurca, explicó las herramientas legales que existen para prevenir y castigar los casos de mutilación y dijo que "hay medidas previstas en el código civil como quitar el pasaporte o no expedirlo a la menor cuando hay indicios o sospechas de que va a ser llevada a su país natal para sufrir este tipo de intervención o retirar la patria potestad".