Dos grupos de investigación de la Universidad de Zaragoza y la empresa riojana Intervap Europa han desarrollado una nueva generación de aparatos de ejercicio físico para mejorar la calidad de vida de las personas mayores o con problemas de movilidad. Se trata de un conjunto de ocho máquinas diseñadas para las partes musculares más importantes del cuerpo en las que los potenciales usuarios tienen mayores carencias --fundamentalmente espalda, lumbares y extremidades--.

En la presentación del proyecto, la vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, Pilar Zaragoza, apuntó que el objetivo de esta nueva generación de máquinas "más seguras, simples y accesibles" es "promocionar la actividad física en mayores y en personas con necesidades especiales, como pacientes neurológicos o con enfermedades crónicas metabólicas".

Los resultados que se obtienen con el uso de estos aparatos ya se ha corroborado en un estudio clínico en el que han participado 120 personas sanas de 55 a 90 años en un centro cívico de Zaragoza gracias a un convenio con el ayuntamiento, según detallaron los directores de los grupos de investigación de la universidad Idergo en biomecánica y ergonomía, José Javier Marín, y Uif en fisioterapia, José Miguel Tricas.

El estudio clínico partió de una evaluación previa de la calidad de vida de los participantes y en un programa personalizado con ejercicios tres veces a la semana durante ocho semanas, en las que no hubo abandonos, y se constató "una disminución de la percepción del dolor y un aumento de las actividades de la vida diaria y de la calidad de vida significativos", apuntó Tricas.

Las máquinas están provistas de un control con una pantalla táctil en la que se puede controlar visualmente la coordinación en la ejecución del ejercicio, la velocidad, resistencia y carga utilizada, el rango del movimiento articular máximo, las repeticiones y el tiempo utilizado. "Es una Wii biomecánicamente estudiada para conseguir unos objetivos muy específicos en el sector en el que trate cada máquina", indicó Tricas, y por tanto, la figura del fisioterapeuta es "imprescindible para que se utilicen correctamente".

Los aparatos ya están disponibles con un coste entre 40.000 y 60.000 euros y se comercializarán fundamentalmente en residencias de mayores, centros de día o cívicos y gimnasios.

El proyecto ha supuesto una inversión de casi 500.000 euros --345.500 aportados por la empresas y el resto por el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial-- y los resultados se analizarán en una tesis de la Universidad de Zaragoza.