El pleno del Consejo Escolar de Aragón emitió ayer un informe favorable a la reducción horaria del periodo mínimo entre sesiones propuesta por el Departamento de Educación y que habilita a los centros a reducir de dos horas a una y media el plazo entre el fin de la jornada matinal y el comienzo de la vespertina.

Después de que no saliera adelante una enmienda, presentada por los padres tanto de la escuela pública como de la concertada, que consideraba que la medida mermará la calidad de la atención a los niños que se queden en el comedor, dificultará que algunos niños puedan ir a casa a comer y podría estar abocando al cierre de comedores, el pleno dio su visto bueno a esta iniciativa de la Administración con el voto favorable de los sindicatos.

Precisamente, la consejera de Educación, Dolores Serrat, expuso la pasada semana en las Cortes que la reducción había sido planteada "a petición de centros rurales con transporte y respaldada por los sindicatos en mesa técnica", aunque aseguró que algunos colectivos sindicales habían anunciado su intención de presentar alegaciones. "Se analizarán y, si quienes lo respaldaron antes de salir a información pública ahora lo rechazan, se valorará la posibilidad de dejarlo como está", aseguró la titular del departamento.

PROTESTA El Consejo Escolar, que elevó una enérgica protesta al departamento por la "precipitación" y el procedimiento "acelerado" que debe seguir el órgano consultivo ante la acumulación de órdenes, no abordó la posibilidad de abordar una reducción de las horas lectivas de Religión. La propuesta, defendida por la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapar) y los sindicatos, se apoyaba en la rebaja a la mitad de este horario en Ceuta y Melilla, territorio donde el ministerio mantiene las competencias educativas. Sin embargo, el presidente del Consejo Escolar no permitió valorar la propuesta esgrimiendo que no se ha seguido el procedimiento adecuado, ya que debería haberse planteado en la comisión permanente. Los colectivos que habían pedido la enmienda criticaron la "falta de flexibilidad" de la presidencia.