El bloqueo administrativo que lleva años sufriendo los suelos del Portillo en Zaragoza toca a su fin. La próxima Gerencia de Urbanismo, que se celebra el día 25, lleva en el orden del día la aprobación definitiva de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobada en abril del 2015 y que acumula tres años de atasco enfrascada en un conflicto judicial que ahora, por fin, se ha desbloqueado con un acuerdo entre el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y el Ayuntamiento de Zaragoza que deja el camino libre para que pase a ser terreno municipal y el consistorio pueda redactar su reparcelación y el proyecto de urbanización. Con un objetivo a corto plazo evidente, poder sacar a la venta cuanto antes la parcela donde se podrán levantar 220 viviendas en una torre de 20 plantas.

La joya de los activos de Zaragoza Alta Velocidad (ZAV), que fue la que motivó esta modificación del PGOU avanza hacia una enajenación más que segura con la que obtener cuantiosos ingresos, aunque para ello el gestor ferroviario ha tenido que hacer importantes concesiones a la ciudad. La primera aprobar la desafectación expresa de los suelos. En el 2015, el consistorio lo había hecho de forma tácita y eso llevó al Adif a recurrir la aprobación al contencioso. Ahora ya no habrá dudas, el terreno será municipal.

Sin embargo, los principales escollos, en lo que respecta a las cargas económicas, los dejan aparte, para otro momento o para discutirlos en otros foros. El primero, los elevados costes que supondrá la descontaminación de los suelos. Su pasado como estación de tren dejó tras de sí importantes afecciones al terreno y el subsuelo que habrá que limpiar.

En este caso, no se ponen de acuerdo. El ayuntamiento y el Adif se piden mutuamente que lo pague el otro. Pero, como está todavía vivo el contencioso por la resolución de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en el 2014 sobre la afección a las aguas subterráneas, ambos pactan emplazarse a resolver esta cuestión en el consejo de administración de Zaragoza Alta Velocidad (ZAV), en el que ambos están.

La tercera cuestión afecta al traslado de las oficinas y el centro de control de tráfico ferroviario que está en la antigua estación del Portillo, que se preveía llevar a la intermodal de Delicias por 7,73 millones de euros, así como los costes de la demolición de este edificio y el de Correos, valorada en 155.948 euros. Para Adif son costes de urbanización a asumir por el propietario y para el ayuntamiento, del convenio de ZAV. Ahora han pactado que no es preciso dilucidarlo ya. H