El Ayuntamiento de Zaragoza no tiene establecido un protocolo de medidas concretas para actuar ante altos índices de contaminación porque no se llega a los parámetros máximos de 200 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). De hecho, la capital aragonesa queda muy lejos de esos niveles mínimos exigidos para la alerta, puesto que en la ciudad es una excepción alcanzar los 100.

Fuentes municipales indicaron a Efe que tampoco se llega en la ciudad al valor máximo de partículas de suspensión en el aire, establecido en 50, ya que el valor más alto de la media diaria se registra en 35. Por ello, insistieron en que el consistorio no tiene establecido ningún protocolo para actuar contra la contaminación, si bien apuntaron que se acatará el requerimiento realizado por el Defensor del Pueblo, institución a la que remitirán toda la información que solicita.

Zaragoza forma parte, junto a Avilés, La Coruña, Barcelona, Bilbao, Ciudad Real, Granada, León, Madrid, Murcia, Santander, Sevilla, Toledo y Valencia, de los catorce municipios sobre los que el Defensor del Pueblo ha iniciado una actuación de oficio para conocer las medidas que contemplan sus ayuntamientos contra la contaminación atmosférica.

Desde el consistorio zaragozano añadieron que, aunque por el momento no se ha detectado la necesidad de actuar, existen medidas de prevención y mejora de la calidad del aire a largo plazo que tienen como finalidad «ir a más» y que son «en positivo», como las que intentan fomentar los desplazamientos en bicicleta o el uso del tranvía.

USO DEL TRANVÍA Y LA BICI

En este sentido destacaron que uno de los principales motivos por los que han descendido un 18 % los niveles de C02 desde el 2005 hasta ahora se debe que el transporte ha cambiado, con la implantación del tranvía y del uso de la bicicleta, así como por la mayor eficiencia de los sistemas térmicos, como la rehabilitación energética, el uso del gas ciudad o la creación de barrios eficientes.

A estos factores también se le une un entorno rural y el hecho de que haya muchos días de viento que dispersa las partículas.