Seguridad ciudadana

Cámaras de videovigilancia en Aragón: El ojo que todo lo ve

Las cámaras no solo cumplen una labor de disuasión y de prevención, sino que facilitan el trabajo de investigación a la Policía Nacional a la hora de esclarecer delitos, entre ellos, robos con violencia o intimidación, homicidios en grado de tentativa e incluso asesinatos

Cámara de vigilancia instalada en Calatayud

Cámara de vigilancia instalada en Calatayud / AYUNTAMIENTO DE CALATAYUD

El Periódico de Aragón

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Son cámaras dotadas de tecnología digital IP, de alta resolución y con cuatro densidades de píxeles en función de la información que se desee extraer de las imágenes como, por ejemplo, el modus operandi, la lectura de las matrículas y los carteles, la descripción de sospechosos o una identificación legal. Este es el DNI de los dispositivos instalados en el entorno de la calle Doctor Cerrada de Zaragoza, similar al de otros tantos repartidos por todo el territorio aragonés para facilitar el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y que su puesta en funcionamiento contribuye a esclarecer los delitos que cometen los malos, tal y como ha sucedido recientemente en localidades como Épila o Ricla.

En el caso de Ricla, las imágenes de las cámaras fueron remitidas hace unas semanas a la Guardia Civil para identificar al autor de una serie de actos vandálicos consistentes en la quema de varios vehículos y de u n enclave natural a orillas del río Jalón. En julio también fueron puestas a disposición del Instituto Armado al morir asesinato Habib, que fue asaltado por dos individuos que a día de hoy no han sido detenidos. En Épila, por su parte, ayudaron a detener a dos jóvenes de 17 y 18 años que robaron en un bar y una tienda de alimentación.

En el caso de la capital aragonesa, el mayor volumen de delincuencia en comparación con el medio rural obliga a recurrir a ellas con una mayor asiduidad. En julio, por ejemplo, permitieron identificar a Riad Roumani (Agrelia, 2000) tras apuñalar a otro joven marroquí, pese a que el agresor logró fugarse rápidamente hasta que, a los días, fue detenido en Tortosa. También podrían ayudar a esclarecer los crímenes de la calle Boggiero a la hora de comprobar los últimos movimientos de las víctimas y su presunto agresor, José Miguel O. C. (España, 1973) antes de, supuestamente, empujarles a un patio de luces y estrangularles con la técnica del mataleón.

Ricla cuenta con  doce cámaras en sus calles. | EL PERIÓDICO

Ricla cuenta con doce cámaras en sus calles. | EL PERIÓDICO / EL PERIÓDICO

La Policía Local de Zaragoza es la que gestiona los dispositivos instalados en el entorno de las calles Pignatelli y San Pablo y estas últimas comenzaron a funcionar en 2021. Este cuerpo es el que se encarga de supervisar el sistema de funcionamiento de las cámaras y custodiar las grabaciones para que en el momento en el que el Cuerpo Nacional de Policía o un juzgado las solicite estas sean remitidas con urgencia y ayudar en la investigación. Cuando pasa un mes y medio de su captación, salvo que estén relacionadas con infracciones penales o administrativas graves o muy graves en materia de seguridad pública o con una investigación, son destruidas.

Robos con violencia e intimidación

La mayoría de los hechos delictivos en los que han sido determinantes para su esclarecimiento son los relacionados con robos y especialmente en los que los autores han actuado con violencia o intimidación. Es uno de los principales hechos delictivos, pero no el único puesto que en la zona existen problemas serios de okupación, prostitución y tráfico de drogas, muy especialmente menudeo. La privacidad está garantizada al máximo, salen pixelados balcones y ventanas y, en el momento que detectan al sospechoso, son capaces de tener una foto de su cara perfecta, siendo rápidamente distribuida por todas las comisarías. Si tiene antecedentes, la identificación es cuestión de minutos.

A las del zaragozano barrrio del Gancho se han sumado progresivamente otras en zonas como el entorno de la calle Doctor Cerrada. En cualquier caso, todas las redes zaragozanas cuentan con la autorización de la comisión de garantías de videovigilancia –dependiente de la Delegación del Gobierno en Aragón– para incorporar este sistema de control, vigilancia, monitoreo y analítica en tiempo real y a posteriori. Las imágenes se registran en el cuartel de la Policía Local de Palafox y, desde allí, se realiza el visionado y la grabación a través de un video wall en gran formato que permita seleccionar la cámara o las cámaras que deseen visualizar. El tiempo máximo que se pueden almacenar estas imágenes es 30 días.

No obstante, estos datos estarán armonizados en todo momento para garantizar el respeto a la privacidad. De hecho, no se pueden tomar imágenes ni sonidos del interior de las viviendas contiguas ni de los vestíbulos de los edificios.

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