Los obradores de la gran mayoría de pastelerías de Aragón trabajan incansablemente desde ayer para elaborar los tradicionales roscones de Reyes. En concreto, se estima que en la provincia de Zaragoza se comerán unos 100.000 roscones entre ayer y hoy. Mientras unos optan por comprarlos en algunos supermercados por su precio más bajo, otros prefieren primar la calidad y el sabor y comprarlos en pastelerías donde los hacen artesanalmente con la receta tradicional.

Es el caso de Pastelería Beyma, donde elaborarán unos 1.500 roscones de Reyes. El típico de bollo con nata sigue siendo el más demandado, pero también realizan de trufa, crema y de hojaldre cuando el cliente lo encarga. Los precios varían en función del tamaño de la pieza, así se pueden encontrar hasta seis medidas distintas que van de los cinco a los ochenta euros.

Pero al típico roscón de nata, le ha salido un competidor. «El cliente marca la tendencia de los sabores. El que va in crescendo últimamente es el de crema y nata y destaca como uno de los roscones estrella», comentó Ramón Sorroche, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Confitería y Pastelería de Zaragoza.

Al parecer, la tradición explica que antiguamente solo se realizaba el bollo y con el tiempo fue derivando hasta que se le añadió el relleno, que ha pasado de la nata a la crema, la trufa y los árandanos y frutas. El roscón se elaboraba como presente para ofrecer a los Reyes en la adoración del niño Jesús y posteriormente se regalaba a los niños.

A pesar de que las frutas glaseadas no son del gusto de todos, la gran mayoría de los clientes prefiere que se sigan incluyendo tal y como indica la receta y los que no las desean o son alérgicos previenen a los pasteleros cuando realizan su encargo.

Respecto a los alérgicos y celíacos, el mejor consejo es que los realicen ellos mismos o que acudan a algún lugar especializado. Los obradores elaboran cientos de roscones y no están preparados para aislar los materiales y las herramientas de cocina y podrían contaminar los ingredientes con gluten.

Aunque el roscón de Reyes es el primero del año, los zaragozanos se resisten a esperar hasta esta festividad. «La gente tiene ganas de comer roscón ya en Navidad y en vez de comprar tartas muchos los adquieren ya antes del día 5 o 6 de enero», apuntó Sorroche.

El de Reyes es el primero de varios entre el mes de enero y febrero, ya que están próximos san Valero y san Blas, otras fechas en las que se come este dulce.