El Tecnyconta Zaragoza tiene un agujero negro, verdinegro en este caso, en Badalona. Allí encadenó ayer su cuarta derrota consecutiva (94-83) después de desperdiciar hasta 16 puntos de ventaja en una segunda parte horrible en la que dejó de hacer bien todo lo que había hecho bien en la primera, se olvidó de defender y de anotar y acabó perdiendo los papeles. Jota Cuspinera fue expulsado por doble técnica, ambas por protestar, y poco después fue eliminado también por dos técnicas Gary Neal, en este caso de más difícil explicación. Cuspinera terminó muy enfadado con los árbitros, sobre todo con el principal, Martín Bertrán, pero lo cierto es que a su equipo se le escapó el partido poco a poco sin que nadie, ni dentro ni fuera de la pista, fuera capaz de poner freno a lo que estaba sucediendo.

El conjunto aragonés mostró dos caras diametralmente opuestas. Salió a pista el Doctor Jekyll, atento al rebote, acertado en el tiro exterior y con un Bellas infalible (4/4 en triples al descanso), pero llegó el descanso y el que volvió de los vestuarios era Mr. Hyde, muy débil en defensa, incapaz de anotar, cada vez más nervioso y acabó devorado por un Joventut que, simplemente, puso más ganas, más intensidad y una mayor agresividad en defensa. Puede quejarse el Tecnyconta de los árbitros, de que no hay consideración con Gary Neal, de que el criterio cambia de un rato para otro sin justificación. Pero los colegiados no perdieron 19 balones ni encajaron 56 puntos en la segunda parte. El Tecnyconta, sí.

En ese tránsito de un equipo alegre, con chispa y enchufado en el partido a un grupo anárquico que convierte la prisa en aceleración y se olvida de defender está la explicación a la derrota aragonesa. Porque el Tecnyconta del primer tiempo hubiera ganado en Badalona, hubiera competido en muchos sitios. Alcanzó hasta 16 puntos de ventaja (36-52) justo antes de irse al descanso. Lo hizo gracias a que cerró con contundencia el rebote defensivo, buscó sus ventajas por dentro y Neal comenzó a facturar en el segundo cuarto, en el que logró 12 puntos que compensaban sus errores en las pérdidas. Además, Tomás Bellas ofreció su versión más acertada anotando cada vez que se levantaba más allá del 6,75. Incluso debutó Bo McCalebb, actuando tanto en solitario como junto al madrileño en la pista. El recién llegado buscó más penetraciones y acciones individuales que colectivas, lógico teniendo en cuenta que solo ha completado un entrenamiento con el equipo. Ayer ya no hubo minutos para Alocén, que completó la convocatoria en lugar de Mazalin. Tampoco jugaron Michalak, que las últimas semanas sí estaba teniendo buenos minutos, ni Triguero.

DEBUT DE MCCALEBB

El Tecnyconta de la primera parte tenía el partido controlado y hubiera ganado en Badalona. El Tecnyconta del segundo tiempo perdió el control y hubiera perdido en cualquier sitio. Incluso en Badalona, donde arrancó los segundos 20 minutos con 14 puntos de ventaja (38-52). El Joventut salió como cabía esperar de un equipo que juega en casa y va perdiendo un partido que considera clave. Subió las líneas de presión y se aplicó en defensa. El conjunto verdinegro comenzó a sentirse cada vez más cómodo mientras el Tecnyconta se cortocircuitaba. Un punto en cuatro minutos y parciales que empezaban a ser sangrantes. El conjunto de Cuspinera solo anotaba a arreones, a base de triples, y en tan solo diez minutos ya podía sentir el aliento de su rival en el cogote (62-64).

Entonces, entre el tercer y el último cuarto, los colegiados señalaron la primera técnica a Jota Cuspinera y ese fue el impulso definitivo para que el Joventut terminara de darle la vuelta al marcador, un 65-64 que siguió aumentando hasta el 76-64, un parcial de 14-0 en 3 minutos de juego. Entonces llegó la segunda técnica para Cuspinera, que tuvo que dejar el banquillo en manos de Pep Cargol y, acto seguido, la eliminación de Gary Neal, en teoría por un gesto al querer apartar a quienes le estaban tocando la espalda, entre ellos uno de los árbitros, según explicó después Jota. Total, que el Tecnyconta acabó de descomponerse hasta quedar en nada y dilapidar definitivamente su ventaja tras un 56-31 en la segunda parte. Una derrota dolorosa, otro duro golpe en Badalona.