"No se ofrecieron los servicios mínimos que debe tener una instalación aeroportuaria", lo que lamentablemente llegó a afectar a personas con discapacidad. A parte de las quejas, el Barça también pidió "disculpas a los socios y aficionados por las molestias ocasionadas por estos incidentes". El caos principal se produjo de madrugada en el Berlin Exhibition Center del aeropuerto de Schönefeld, una terminal fuera de servicio que se habilitó expresamente para los chárteres azulgranas y también vuelos regulares. El enorme hangar incluso llegó a parecer pequeño cuando de madrugada se concentraron unos 5.000 barcelonistas. A ello se unió el retraso y algunas cancelaciones, que provocaron el caos en la vuelta.