El CAI Zaragoza es una marca "rentable" tanto para sus patrocinadores como para la propia capital aragonesa. Así quedó de manifiesto ayer tras la presentación del estudio sobre el impacto socioeconómico del club elaborado por la consultora zaragozana Artia. El informe revela que durante la temporada 2012-2013 la entidad generó un impacto de 9,4 millones de euros, de los que 8 revirtieron directamente en la ciudad de Zaragoza. Según destacó el director de Artia, Sergio Salvador, la hostelería y el comercio fueron los sectores más beneficiados por los agentes económicos vinculados al CAI (fundamentalmente los aficionados y los proveedores). Además, los éxitos deportivos cosechados por el club --finalizó tercero en la Liga Endesa y este año jugará la Eurocup-- hacen prever que esta próxima temporada el Basket Zaragoza aún generará un mayor impacto en la comunidad aragonesa.

Sin embargo, y a pesar de que el proyecto es "económicamente sostenible", la entidad va a necesitar que las fuentes de financiación sean "estables en el tiempo" si se quiere que el club siga siendo un "pequeño motor" para muchas pymes y negocios. "Estamos en un punto de inflexión y con poquito más podríamos dar un gran paso y disfrutar del basket en Zaragoza durante muchos años", subrayó ayer el presidente del club, Reynaldo Benito.

Por todo ello, y consciente de que la crisis está golpeando con fuerza al deporte profesional, Benito hizo un llamamiento para que nuevos espónsors se unan al proyecto. "Estaríamos encantados de incorporar a otros patrocinadores", aseveró. Más si cabe, teniendo en cuenta que Caja Inmaculada --integrada ya en Ibercaja Banco-- aún no ha indicado si seguirá respaldando al equipo durante la temporada 2014-2015. "Ojalá esta relación dure muchos años y el Basket Zaragoza pueda tener siempre un patrocinador aragonés", subrayó en este sentido Benito, quien agradeció la ayuda de los espónsors y las instituciones.

CAÍDA DE INGRESOS

El presidente del CAI se valió del estudio para destacar que la cobertura mediática del club genera un "importante" retorno económico para los patrocinadores. Algo que, sin embargo, no ha impedido que esta partida haya ido cayendo en los últimos años tanto en el CAI como en otros equipos, que incluso han llegado a desaparecer. Así, por ejemplo, el espónsor principal de la entidad rojilla aportó en el 2008 más de 1,7 millones, mientras que la pasada temporada se quedó en los 950.000 euros. La caída por parte de las instituciones aragonesas también ha sido relevante y en cinco campañas ha bajado en medio millón de euros. A este respecto, el informe de Artia pone de manifiesto que la balanza de pagos es favorable a las administraciones públicas, ya que la pasada temporada aportaron 1,26 millones, mientras que el club abonó por impuestos y alquileres 2,12 millones.

"La única forma de que el proyecto siga siendo rentable es que las fuentes de financiación sean estables y diversificadas, es decir que no exista excesiva dependencia de una de ellas", señaló Salvador. En su opinión, solo así la entidad podrá seguir impulsando la economía aragonesa, tal y como lo hizo la pasada temporada: si se tienen en cuenta los impactos indirectos, la generación del PIB total en Zaragoza alcanzó los 37 millones de euros (de ellos, 2,8 revirtieron directamente en la hostelería y alojamientos y otros dos en el comercio de la ciudad).