El conflicto de Tata Hispano sigue en punto muerto. La negociación del ERE de extinción asociado al cierre de la planta zaragozana, que dejará en la calle a 287 trabajadores, no arroja ningún avance porque empresa y comité siguen discrepando sobre las verdaderas causas del cese de la actividad. De hecho, la parte social denunció ayer que el anterior ERE de suspensión de contratos aplicado por la empresa en el último año (que tuvo una duración de 150 días) fue también "fraudulento", porque este se puso en marcha cuando la "estrategia de abocar a la planta al cierre" ya estaba en marcha, aseguró José Luis Chueca (OSTA), presidente del comité.

Así lo pusieron de relieve los representantes de la plantilla en la reunión con la empresa celebrada ayer en el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje). En ella, reclamaron a la dirección de Tata Hispano (propiedad de la multinacional india Tata Motors) que compense económicamente a los trabajadores por dicho expediente temporal, que les obligó a consumir 150 días de paro. A cambio de esta contrapartida, el comité rebajó su propuesta de indemnizaciones por despido de 55 a 52 días por año trabajado.

CORTES DE ARAGÓN La compañía, por su parte, mantuvo su última oferta (30 días) ante la posición inmovilista que, a su juicio, está adoptando el comité en la negociación.

En la reunión en el SAMA, el comité también solicitó la entrega de las actas de los consejos de administración de Tata Hispano y Tata Motors, petición que fue rechazada por la compañía. La parte social hizo este requerimiento porque está estudiando presentar una querella contra la multinacional por "cierre fraudulento".

Entre tanto, los trabajadores de Tata Hispano se concentraron ayer en la plaza del Pilar para protestar contra la clausura de esta histórica factoría. Mientras, las Cortes de Aragón debatirán hoy sobre esta polémica decisión empresarial. CHA e IU han presentado sendas proposiciones no de ley para solicitar al Ejecutivo aragonés que apoye a los trabajadores en sus reivindicaciones.