La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Aragón (UPA) resaltó ayer que el sector avanzó en el 2016, aunque lo hizo sin apoyos de las instituciones. Además, remarcó que la agricultura se ha visto afectada por el parón político que ha implicado el estancamiento de reformas muy necesarias para el campo.

El secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, y el secretario de Organización, Enrique Arceiz, resaltaron ayer en rueda de prensa que a pesar de haberse producido un incremento de la producción, importante en algunos sectores, los bajos precios «han seguido ahogando» a una buena parte de los productores de alimentos en Aragón.

También recordó que el sector agroganadero en Aragón en el 2016 ha contado con unos 25.000 cotizantes a los que se añaden otros 22.000 solicitantes de la PAC, además de los que trabajan en el sector de manera temporal que suponen unas 15.000 personas más, así como más de 15.000 que lo hacen de forma indirecta en las temporadas de recogida o podas.

En este sentido Roche incidió en el carácter estratégico del sector primario que representan y de su aportación positiva en tanto en términos de renta y de balanza comercial. Pese a ello, reiteró que se han elevado los problemas burocráticos como consecuencia de la política comunitaria.

DESEOS PARA EL 2017

Roche pidió para el nuevo año «precios justos» para lo que producen, contar con más apoyo por parte de las diferentes administraciones desde Aragón hasta Europa, así como una climatología generosa para que el 2017 sea «un buen año agrario», tras muchos años sin poder hacer un balance positivo.

El responsable de UPA anunció la elaboración de documento con el Gobierno de Aragón para que traslade al Estado la PAC que «queremos en Aragón más allá de 2020» porque insistió en que está cargada de «burocracia y supone un quebradero de cabeza para el sector».