Hemos venido a jugar. Ese reto propone la portada del boletín que recoge todas las actividades programadas en la Harinera, un centro cultural cogestionado entre el ayuntamiento, los vecinos de San José y los voluntarios que se acercan a este espacio de participación. Ayer se presentaron un total de 50 actividades que se van a desarrollar de mayo a agosto, entre las que destacan las relacionadas con la fotografía, las artes escénicas -en especial el circo- y el cine mudo con música en directo, fruto esta última de una colaboración con las Jornadas de Cine Mudo de Uncastillo.

Crear con luz es uno de los talleres propuestos y se desarrollará del 19 de mayo al 9 de junio los sábados de 10.00 a 14.00 horas. En este espacio, las personas inscritas podrán experimentar con técnicas de fotografía sin cámara, utilizando procesos artesanales de revelado de imagen. También relacionado con la fotografía está el proyecto Colores marcianos, en el que las personas con discapacidad visual podrán disfrutar de las fotos a través de la percepción sensorial. Por último, también destaca en este apartado Rev(b)elados, una iniciativa con la que los vecinos del barrio de San José podrán verse retratados con una cámara como las que se usaban hace un siglo.

Como ya es habitual en la Harinera, el reciclaje y la sostenibilidad medioambiental siempre tienen hueco en su calendario cuatrimestral. En este sentido, Cristina Laborda, del colectivo Llámalo H, una agrupación que reúne a los agentes culturales encargados de la programación de actividades en este espacio, quiso destacar los talleres Transf/ocados, una idea destinada a rehabilitar muebles viejos que servirán para amueblar los pisos de acogida en los que viven varios refugiados en Zaragoza.

Del dos de mayo al 20 de junio tendrá lugar CirCapacidad 2, un espacio de enseñanza en la que los asistentes «con y sin capacidades diferentes» podrán aprender la magia del circo.

Segundo aniversario

El pasado marzo se cumplieron dos años desde que este antiguo molino de grano se convirtiera en un espacio de promoción cultural. Fue entonces cuando se inauguraron las dos plantas superiores del edificio, que desde entonces alberga a once grupos residentes y un espacio dedicado al circo, «el único en toda la ciudad», según dijo Saúl Esclarín, director general de Cultura de Zaragoza.

Diego Garulo, coordinador de la Harinera, se mostró muy satisfecho por el «éxito» que según él está teniendo este modelo de gestión cultural abierto a la participación ciudadana. A este respecto, quiso destacar alguno de los datos que han extraído de la memoria de actividades de la Harinera del pasado año, como que el 97% de personas que pasaron por el espacio en 2017 se rieron o que- el 93% conoció a alguien nuevo.

El acto de presentación también sirvió para reconocer el trabajo de Álex Sánchez y Sergio Palao, responsables de Tropical, la empresa de diseño gráfico que se ha encargado de hacer el boletín que avanza las iniciativas de estos meses venideros y que es mucho más que un pasquín informativo. «Este boletín es como Harinera. Un espacio en el que está permitido pintar muros, imaginar objetos, desatar conversaciones, soñar lugares, inventar cuentos», reza una de sus páginas.