Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha utilizado las plantas para elaborar productos básicos de alimentación, cosmética o limpieza. Pero este conocimiento ancestral ha ido cediendo terreno ante la practicidad de los productos industriales, fáciles de utilizar y que se pueden adquirir cómodamente en cualquier supermercado. El resultado es que las técnicas de elaboración, así como el conocimiento sobre cuál es el vegetal más apropiado para cada producto, se han ido perdiendo, especialmente en las ciudades.

Entre tanto, en Europa hay cada vez más personas sufriendo pobreza, mientras el coste de vida va en aumento, incluyendo el precio de aquellos productos básicos de consumo que antes se elaboraban en casa. La Fundación El Tranvía ha querido apostar por la idea de mantener este conocimiento vivo y fomentar así la autonomía en la elaboración de estos productos, mediante el uso de vegetales.

Desde hace tres años, esta entidad social del barrio de Las Fuentes es la coordinadora en España de la iniciativa NetPlants, proyecto europeo enmarcado dentro del programa Erasmus+. Un proyecto que tiene como misión reconectar a las personas con la autonomía en la elaboración de productos básicos, proporcionándoles práctica y habilidades en torno al autoconsumo.

«A veces, se nos olvidan cosas que hemos sabido hacer siempre, como preparar una mermelada en casa. Y ahora, en los periodos de crisis económica, es el momento de darle su valor a esos conocimientos y de enseñarlos a la gente que no ha podido vivir estas experiencias», señalaba ayer Marta Aparicio, concejala presidenta del distrito de Las Fuentes, durante la jornada NetPlants: Sembrar oportunidades para combatir la desigualdad, celebrada en el Centro Cívico Salvador Allende para presentar las principales experiencias y medidas promovidas en el marco de este innovador programa.

«Además -añadió la presidenta del distrito-, esta experiencia tiene un interesante poso educativo, que pasa por enseñarnos a consumir un poco mejor, de manera más sostenible y más asequible».

En esta idea insistió también Arantzazu Gracia, concejala delegada de Educación e Inclusión del Ayuntamiento de Zaragoza, que también asistió a la jornada, en el antiguo matadero. «Para nosotros son muy importantes los proyectos que van en esta línea, porque creemos que demuestran que otra forma de consumir y de desarrollarnos como sociedad es posible».

Para Arantzazu Gracia, «la sostenibilidad social y la medioambiental que dan proyectos de este tipo son la vía por la que creemos que tenemos que apostar desde el ayuntamiento, pese a nuestras limitadas competencias en materia de empleo y desarrollo. Un desarrollo en el que todas las personas están incluidas y que respeta el medio ambiente».

Además, según el punto de vista de esta edila, «este proyecto tiene también algo muy interesante, y es que parte de las necesidades reales de las personas. Y eso es lo que hace que un proyecto sea además sostenible en el tiempo».

Una realidad que ya había sido detectada por la Fundación El Tranvía, y que por eso se lanzó a poner en marcha este proyecto europeo. En esta entidad siempre se habían trabajado asuntos relacionados con el consumo, «pero últimamente veíamos que cada vez tenía más éxito y aceptación cualquirer pequeña actividad que montábamos en torno al autoconsumo , y entendemos que es así porque había una necesidad», explicó Francisco Javier Aribau, gerente de esta organización zaragozana.

Ante esta demanda de los vecinos de Las Fuentes, la fundación decidió sumarse al programa Net Plants «con la idea de dotarnos de más conocimiento en esta área», señaló Aribau, «sobre todo en lo que respecta al uso de las plantas para generar productos de autoabastecimiento. Pero también para promover un cambio en la mentalidad en cuanto al consumo».

Para el gerente de la Fundación El Tranvía, Net Plants forma parte de «algo mucho más amplio, como es el aprovechamiento de los recursos naturales. Es algo que aquí nos cuesta un poco más que en otros de los países en los que se ha puesto en marcha este proyecto. Quizás se debe a que nosotros somos una entidad más urbana, y el resto están más conectados con el campo».

El evento celebrado ayer en el Centro Cívico Salvador Allende consistió en una jornada de transferencia de conocimiento a más de 50 representantes institucionales y de entidades sociales y locales. El objetivo era presentar las conclusiones e iniciativas desarrolladas y promover la difusión de estas buenas prácticas en distintos ámbitos y colectivos.

Y es que, como apuntó Helena Frías, técnico de Net Plants, «ahora que ya estamos finalizando el proyecto, es cuando realmente tenemos empezar. Todo lo que hemos aprendido para utilizar los recursos y los medios naturales, se puede utilizar de manera transversal. No solo los colectivos más desfavorecidos, que son el objetivo inicial del proyecto, sino que la idea es que todas las personas puedan utilizarlos».

Para contribuir a lograr la finalidad última del programa Net Plants, ahora se está elaborando el libro blanco de las buenas prácticas en torno al uso y transformación de las plantas, que cada uno de los países participantes traducirá a su idioma «para que todas las personas puedan tener acceso a estos recursos para su propio uso, o incluso para conseguir mejoras en el ámbito laboral», zanjó Frías.