Siria entra en su octavo año de guerra con más huidas que nunca y con un aumento de necesidades humanitarias, al mismo tiempo que disminuyen los fondos para cubrirlas. En el 2017, 2,8 millones de sirios dejaron su hogar huyendo de la violencia. El endurecimiento de las fronteras vecinas está conteniendo el número de refugiados pero aumentando los desplazamientos dentro de Siria. Por otra parte, aunque los países vecinos están alentando el retorno a zonas de desescalada de la violencia, por cada retorno se registran tres nuevos desplazamientos.