José María Aznar se queda por ahora sin título nobiliario. El Rey descarta concederle esa distinción, como ocurrió con la mayoría de sus antecesores, porque sigue actuando políticamente. Éste argumento, recogido en el entorno de la Zarzuela, es avalado por las constantes tomas de posición del último expresidente del Gobierno, que indican una estrecha relación con la vida pública.

Sin ir más lejos, hace un par de días Aznar advirtió en una publicación lisboeta que "España corre un serio riesgo de desintegración". Y aunque sólo es presidente de honor del PP, su impronta en la estrategia del partido resulta evidente. Dispone para ello de una plataforma de excepción como la presidencia de FAES (Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales), que se dedica a ofrecer respuestas desde una perspectiva neoconservadora.

EXPECTACIÓN Otra prueba de la continuidad de su compromiso político la puede ofrecer el 16 de febrero, si interviene en el pleno del Consejo de Estado, del que es miembro en calidad de expresidente del Gobierno. Ese día, este órgano consultivo se pronunciará sobre una posible reforma de la Constitución que le encargó el Gobierno.

Aznar no pudo integrarse en el grupo de estudio que acaba de elaborar el informe preliminar sobre esa reforma constitucional porque las plazas vacantes fueron ocupadas con celeridad para evitar la incorporación del expresidente.

CONTINUIDAD La concesión de títulos nobiliarios es una potestad del Monarca, y así lo ha hecho con todos los inquilinos de la Moncloa desde el inicio de la transición. Si Felipe González no es marqués es porque rechazó la propuesta.

No obstante, la costumbre de premiar de ese modo a los responsables de los Gobiernos de España podría quebrarse en algún momento, según razonó un interlocutor frecuente de don Juan Carlos. "¿Se imagina al Rey concediendo un título nobiliario a este joven político que es hoy el presidente del Gobierno?", se preguntó ese interlocutor.

En febrero de 1981, un mes más tarde de que Adolfo Suárez dimitiera de sus cargos de presidente del Gobierno y de la UCD, el Rey le concedió el ducado de Suárez. Leopoldo Calvo Sotelo, que presidió el Ejecutivo menos de dos años, tiene el título de marqués de Ribadeo.

PRECEDENTES Antes de la democracia, el Rey utilizó esta potestad. Hizo duque a Torcuato Fernández Miranda y marqués a Carlos Arias Navarro. Desde una visión más general, el tema de los títulos nobiliarios ha estado presente en el Congreso de los Diputados. Recientemente, el pleno rechazó una iniciativa de ERC que intentaba suprimir el reconocimiento público de esos títulos, a excepción del de Príncipe de Asturias.