Si el conflicto en el bus zaragozano desemboca por fin en un acuerdo entre empresa y trabajadores, mejor será que nadie se felicite por ello. Si acaso, permitámonos un suspiro de alivio y esperemos que la paz dure en AUZSA, que ha de seguir gestionando el grueso del transporte público en la capital aragonesa hasta el año 23. Por boca de la concejala Lola Ranera, el PSOE ha dicho que, durante esta última huelga, Santisteve y su equipo fueron "a la deriva". Es cierto, porque los de ZeC se vieron desbordados desde el primer día. Pero chirría una miaja que diga eso la portavoz de un partido cuya responsabilidad histórica en el eterno barullo de los autobuses es clamorosa. Algún día los socialistas ofrecerán un relato coherente sobre cómo y por qué prolongaron la contrata diez años dopando las complejas relaciones laborales de la concesionaria con el dinero de los vecinos.

En estos momentos, el PSOE debería hacerse a la idea de que, en el ámbito político español, cada palo ha de aguantar su vela. Y eso vale para todo y para todos; para ellos y las demás fuerzas políticas. Ayer mismo, Pedro Sánchez abrió campaña con una rueda de prensa en la que ofreció una curiosa versión de su indescifrable jugada pactista. Vamos, que él y su colega Rivera lo habían dado todo (salvo la presidencia y el control absoluto del nuevo gobierno, claro), pero el malvado Iglesias les había salido rana. Consecuencia, advirtió: la Moncloa seguirá, quién sabe por cuánto tiempo, en manos de Rajoy y su banda de presuntos o confesos corruptos (ahí se olvidó de los ERE y demás maravillas).

Don Mariano-Tancredo (otro que tal), los citados Iglesias y Rivera, los soberanistas del norte y del este... todos se han perdido por los vericuetos de un laberinto de argumentarios, conceptos y sofismas del que no sé cómo saldrán. Los socialistas, mal. Y los de Podemos está por ver, pues si la marca se deshilacha por los territorios con aspiraciones soberanas y no suma a IU lo tiene crudo. Por lo cual, si la derecha sale mejor librada el 26-J (¡a pesar de la mierda que le ha caído encima al PP!) será porque las izquierdas tampoco atinaron. Así es la vida.