El Ayuntamiento de Zaragoza decidió ayer tirar por la calle de en medio y decretar la alerta naranja por la avenida del Ebro a su paso por la ciudad, por los errores, a su juicio, de los datos sobre la crecida del río, según afirmó el delegado de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón. Pérez también lamentó que el ayuntamiento no fuera invitado "a tomar el té de las 5", en referencia a la reunión celebrada ayer a esa hora entre la CHE, el Gobierno y la DGA.