Hubo mucha alegría entre la expedición del Real Zaragoza en Butarque, pero sin nada de euforia. Christian Lapetra, el presidente, prefirió incluso no hablar sobre la clasificación del equipo para la promoción de ascenso y citó incluso a los medios de comunicación para más adelante para realizar el balance de la temporada cuando se sepa hasta donde llega ahora el Zaragoza. Los jugadores de Ranko Popovic han llegado muy justos de fuerzas al final del curso y ahora tendrán que hacer un esfuerzo más para tratar de superar al Girona en primera instancia. Lo que aseguraron es que no por ello van a dejar de luchar por alcanzar el ascenso.

Popovic, como siempre, fue el más risueño a la hora de manifestar sus sensaciones. El técnico estaba feliz por haber alcanzado la promoción y no lo ocultó en ningún momento, pero tampoco quiso hablar demasiado de lo que les espera a partir de ahora. Los jugadores también abandonaron el estadio de Butarque con caras de alegría, pero a la vez con rostros de sufrimiento por lo mucho que tuvieron que pelear para arrancar un punto antes el Leganés y ganarse la licencia para seguir soñando después de una temporada con muchos altibajos.

Todos destacaron el gran apoyo que recibieron ayer desde la grada por parte de la afición y los citaron para que el jueves vuelvan a estar a su lado en el estadio de La Romareda en el partido de ida de la eliminatoria contra el Girona. Nadie quiso dejarse llevar por el optimismo, pero quien más y quien menos comentó que el cuadro gerundense puede acusar moralmente haberse quedado fuera del ascenso en la última jornada y que eso podría beneficiar al Real Zaragoza en ese duelo con el equipo catalán. También les vino a la memoria que de los equipos de arriba con el único que no ha perdido el cuadro aragonés ha sido con el Girona. Le ganaron en La Romareda (2-1) y luego empataron en Montilivi (1-1).

La eliminatoria contra el Girona está ya a la vuelta de la esquina. Por ese motivo no quisieron hablar demasiado de esos partidos. Aseguraron que querían disfrutar un poco del momento, de la felicidad que suponía haberse metido en la promoción, y que durante la semana ya tendría tiempo de centrarse en ese duelo con el cuadro gerundense. Por supuesto, nadie quiso hablar de posibilidades de ascenso, porque lo primero ahora es eliminar al Girona.

En en el estadio de Butarque estuvieron los consejeros Carlos Irribarren y Fernando de Yarza, pero ambos se mantuvieron en un segundo plano y dejaron todo el protagonismo a los jugadores y a Ranko Popovic. Ellos son los que ahora tendrán que hacer un esfuerzo adicional para mantener vivo el sueño de poder ascender al Real Zaragoza en Primera División. Ayer dieron el primer paso clasificando al cuadro aragonés para una promoción de ascenso que en muchos momentos parecía que fuera imposible de lograr.