A Marc Chías le cambió la vida la mañana del 27 de junio del 2009. Tenía 29 años y dirigía un restaurante de su familia. Ese día se dirigía a su trabajo en Barcelona cuando su moto fue embestida por un coche que se cruzó por su carril al ver un aparcamiento. El accidente le dejó dos secuelas: las lesiones graves que acabaron con la amputación de su pierna derecha y un periplo de casi siete años por los juzgados. Ahora, el Tribunal Supremo ha confirmado que la compañía de seguros debe indemnizarle con casi 900.000 euros, contando los intereses que le corresponden. Fuentes jurídicas aseguran que es de las más altas conseguidas por la amputación de un miembro.

"Estoy contento de que se haya hecho justicia y ahora toca seguir viviendo", asegura el joven. Pero durante estos seis años no todo ha sido un camino de rosas. La primera sentencia iba en su contra. El juez sostuvo que no tenía derecho a reclamación alguna ya que le consideraba responsable del siniestro. Incluso, la parte contraria, que representaba a la conductora del turismo accidentado, pidió que se le condenara a abonar las costas del proceso.

"Se iban inventado cosas para hacerme culpable, cuando tenía a mi favor no solo testigos, sino también el informe de la Guardia Urbana", afirma. Un juzgado de Barcelona consideró que fue él quien intentó adelantar al vehículo. "Analizamos la sentencia y decidimos presentar un recurso ante la Audiencia de Barcelona", afirma su abogado, Daniel Vosseler. La Audiencia de Barcelona dio la razón al motorista, condenando a la aseguradora Reale ha pagar una indemnización de 569.000 euros más intereses por las lesiones sufridas, las secuelas y la prótesis que debe ponerse toda su vida.