El Airbus accidentado permaneció inmovilizado el día anterior durante varias horas en el aeropuerto de Düsseldorf debido a problemas técnicos en la trampilla del tren de aterrizaje anterior, según desveló ayer la revista Der Spiegel y confirmó luego Lufthansa. Un portavoz de la compañía, no obstante, aseguró que se trató de una reparación rutinaria --según algunas fuentes la trampilla no cerraba herméticamente y hacía ruido-- y que la avería "fue totalmente subsanada, de manera que el avión ya estaba a las diez de la mañana prestando servicio".

Germanwings y Lufthansa, sin embargo, se vieron obligadas ayer a anular una treintena de vuelos en Alemania debido a que parte del personal de cabina se negó a prestar servicio, especialmente en aparatos del mismo modelo que el accidentado. Los pilotos y auxiliares que se negaron a subir a sus aparatos alegaron oficialmente motivos personales, sin aludir al fallo técnico.