El presidente del Gobierno, Javier Lambán, se incorporó ayer al Pignatelli después de su semana de vacaciones. Lo primero que hizo fue remitir una carta a su homólogo catalán, Artur Mas, exigiéndole que corrija a su conseller de Justicia, Germà Gordó. Sus palabras, ofreciendo la nacionalidad a los habitantes de la Franja, Valencia y las Islas Baleares no han gustado a nadie. Tampoco en el Pignatelli. El jefe del Ejecutivo aragonés considera que su opinión es "torpe e intolerable".

El presidente terminó ayer de pulir la carta --adelantada por EL PERIODICO--. Suavizó algunos términos, pero no perdió contundencia. Lambán considera que las palabras del conseller catalán suponen una "falta de respecto intolerable", y que además de "infringir la normativa legal básica, juega con la dignidad de una comunidad y con los sentimientos de sus gentes con una prepotencia identitaria de resonancias históricas muy inquietantes". En aras a preservar la "buena vecindad" entre Aragón y Cataluña insta a Mas a que rectifique a Gordó por sus "desdichadas, equivocadas e injuriosas declaraciones".

DESPRECIO

Aprovecha Lambán para sacar a relucir otros conflictos en los que siguen enzarzadas Aragón y Cataluña. La opinión de Germà Gordó, dice el presidente, evidencia el "mismo desprecio" demostrado por la Generalitat en el "incumplimiento de las sentencias relativas a la devolución de los bienes".

Y espeta a Mas que con esta actitud, la de retener obras "expoliadas", se ponen "moralmente a la altura de un régimen --el franquista-- al que ustedes condenaron en su día por haber hecho eso mismo con Cataluña --con los famosos papeles de Salamanca--".

Lambán insiste en que la Franja forma parte de Aragón "sin ninguna duda política o histórica y sin reticencia alguna por parte de quienes viven en ella". Remarca que, por lo tanto, "no forma parte de la nación catalana y mucho menos de los países catalanes, que nunca han existido". Esta denominación es utilizada con asiduidad por la Generalitat en referencia a los territorios en los que se habla catalán. En los mapas del tiempo de la televisión autonómica, TV3, por ejemplo, se emplea el mapa de los supuestos países catalanes cada día desde hace décadas.

El presidente aprovecha la carta para recordarle a Mas que al Gobierno de Aragón le "preocupa mucho" la cuestión política suscitada por Cataluña. "Una comunidad autónoma --dice-- con la que no deseamos tener otra relación que la de la hermandad derivada de una historia compartida, de una inmensa red de afectos personales y de familia y de muchos intereses económicos y culturales comunes".

Lambán apuesta por favorecer el diálogo entre ambas comunidades "como única fórmula capaz de reencauzar la relación entre Cataluña y el resto de España, cuyos destinos consideramos indisociables". El presidente aragonés admite que algunas de las reivindicaciones que plantea la Generalitat están "cargadas de razón", pero advierte que Aragón tiene sus propias aspiraciones. Apuesta por ello por establecer un nuevo marco de convivencia "aceptable para todos". En ese camino, anticipa el jefe del Ejecutivo encontrará Cataluña en Aragón a un aliado "leal". Aunque, matiza, reclaraciones como las del conseller "no ayudan nada a ello".