"Fue una noche horrorosa, estuvimos hasta las cuatro de la mañana quitando agua y barro". Así transcurrió la madrugada del domingo al lunes para Sagrario, quien al regresar a Visiedo, localidad situada a 48 kilómetros de Teruel capital, se encontró con su farmacia inundada. "Al llegar me asusté porque vi a la Guardia Civil y a los bomberos allí", relataba Sagrario sin abandonar las labores de limpieza de la botica.

Hacia las 22.30 horas del domingo la Guardia Civil recibió el aviso de que una rambla se había desbordado. La tromba irrumpió en la localidad alcanzando los dos metros de altura en el interior de las viviendas. Junto a los agentes, hasta Visiedo se trasladaron efectivos de bomberos de la Diputación Provincial de Teruel que ayudaron a los vecinos a evacuar el agua y el fango de las casas. "El agua se coló por las dos entradas y por el desagüe", explicó María, una de las vecinas afectadas.

Una veintena de inmuebles, incluyendo la consulta médica, así como granjas y garajes quedaron anegados. "Tengo la casa patas arriba y la calefacción se ha estropeado", se lamentaba María, quien aseguró que "las calles parecían el río Ebro". Pero, ésta no es la primera vez que los vecinos sufren una inundación de estas características. Así lo recordaba María: "De niña escuchaba a los mayores hablar de la posibilidad de una riada, pero yo no vi ninguna por entonces, y ahora con 57 años ya he visto tres".

La tercera inundación

En efecto, en los últimos once años Visiedo ha sufrido ya tres inundaciones. La causa es la acumulación de aguas al norte del pueblo, entre Argente y Lidón, que cursan por la rambla de la Hoz en dirección al pueblo, desbordándose con facilidad. En la noche del domingo al lunes se registraron 60 litros por metro cuadrado en la localidad, aunque la cantidad podría haber sido mayor al comienzo de la rambla. El alcalde de Visiedo, Gregorio Fuentes, manifestó a este diario que la responsabilidad de canalizar las aguas para que no afecten al pueblo corresponde a la Confederación Hidrográfica del Júcar, y aseguró que "a los responsables de la confederación no se les había visto el pelo" por la localidad. Además, desde el ayuntamiento se insistió en que existe un riesgo para la población cuando la solución está en un proyecto que el Gobierno de Aragón redactó hace años.

Otro vecino del pueblo, Dionisio, confirmó que "en el pueblo no llovió tanto, pero todo el agua de arriba baja disparada al pueblo donde se detiene y se embalsa", y denunció que "no se quieren invertir los millones necesarios para canalizar las aguas de forma adecuada". Dionisió agregó que muchos muebles y electrodomésticos se habían estropeado y las casas seguían todavía llenas de fango.

Visiedo sufrió también, a causa de las inundaciones, cortes en el suministro eléctrico y de agua potable. Sobre las siete de la mañana de ayer la luz volvía al pueblo, pero el depósito de agua de la localidad, que en el momento de la inundación contaba con 20.000 litros almacenados, continuaba por la tarde en fase de limpieza y reparación por los bomberos. Los vecinos de Visiedo siguen mirando al cielo con preocupación.