Zaragoza no es un destino preferencial en verano. Con todo, el mes de agosto recién terminado el índice de ocupación en los hoteles de la ciudad ha alcanzado el 39,91%, según datos de la Asociación de Hoteles de Zaragoza. Se trata de un resultado meritorio, habida cuenta que la crisis ha golpeado sobre todo al turista nacional, que es el que más frecuenta la capital de Aragón. De hecho, incluso se ha registrado un ligero avance respecto al 39,49% del 2012.

Según la misma entidad, las perspectiva existentes en el sector inicialmente se han visto mejoradas, a raíz de las ofertas que los establecimientos han lanzado para poder incentivar las pernoctaciones derivadas del turismo familiar, que es el mas propio de la época estival.

En el cómputo global del verano, entendiéndose por tal los meses de julio y agosto, los hoteles de Zaragoza han visto minorada su ocupación en un 2% con respecto a los mismos meses del ejercicio anterior.

Las primeras previsiones del mes de septiembre sitúan la ocupación en el 44,55%, lo cual implica un descenso con respecto a la que tuvo lugar en el año 2012 y que se situó en el 50%, si bien se espera que estas previsiones mejoren poco a poco y se reduzca la distancia.

Con todo, con la vuelta general al trabajo, los hoteles volverán a recuperar su pulso habitual, con su clientela de empresa, que se ha visto reducida estos últimos tiempos como consecuencia de la larga recesión que padece España.

Ahora bien, en el caso de la capital aragonesa, las fiestas del Pilar constituyen un hito en el plano hotelero, pues en una temporada que en otros sitios está catalogada como baja la ciudad atraer a miles de forasteros.

La semana lúdica constituye un auténtico balón de oxígeno para el sector hotelero y para el de la restauración y los bares, que realizan en esas fechas una parte importante de su volumen anual de negocios.

"Ahora todo dependerá en gran medida del tiempo que depare el Pilar, con un buen tiempo el éxito de afluencia estará asegurado", señala el responsable de un hotel zaragozano.