El verano del 2013 pasará a la historia como aquel en el que el sector turístico de Aragón notó por primera vez, desde el inicio de la crisis en el 2007, que no solo había dejado de hundirse sino que había iniciado una tímida recuperación. "La impresión general es que la ocupación se ha recuperado respecto a años atrás y que el verano que viene será incluso mejor", resume el hotelero turolense Fernando Cánovas. "La gente vuelve a salir más de vacaciones, aunque el gasto por persona no se recupere", añade.

Anabel Costas, de la Asociación de Empresarios Pirineos Alto Gállego, corrobora que el gasto de los veraneantes "ha bajado de forma notable". En el valle de Tena, los hoteles han estado al 45% en términos generales, lo cual no impide que haya habido pequeños establecimientos familiares que han conseguido un lleno total y grandes cadenas que han tenido problemas para llegar a la media.

En cualquier caso, el Pirineo, como el resto de destinos, se ha animado sobre todo los fines de semana. La Asociación de Empresarios de la Jacetania (AEJ) calcula, con aporte de datos, que los sábados y domingos la afluencia sube un 10% en los hoteles, lo que permitió que en julio la Jacetania llenara sus establecimientos al 54% y el Sobrarbe al 50%.

No es un porcentaje para saltar de alegría. "El verano no ha sido bueno", afirma Paco Coduras, que regenta el hotel Villa de Canfranc. "Estamos todavía lejos de las cifras de ocupación que se registraban hace seis y más años", explica. "En cualquier caso, no ha sido un verano peor que los últimos, pero tampoco mejor", agrega. Y eso, apunta Coduras, que los hoteles ofrecen ahora "unos precios bajos, los mismos que a mediados de la década pasada".

Pedro Marco, responsable de la AEJ, se congratula del resultado de este verano. "Parece que hemos dejado de bajar, hemos tocado fondo, sin por ello haber escapado de la crisis", opina basándose en los estudios que realiza su entidad. "Lo que está claro es que baja el consumo medio", subraya.

En el valle de Tena la ocupación de agosto ha sido muy desigual. Ha oscilado entre el 40% y el 70%, según Lorena Sánchez, de la asociación turística de la zona. "Este año a agosto le ha costado arrancar", afirma. Y su opinión es compartida por la mayoría de los hoteleros, que se quejan en general de lo que denominan un "agosto corto", en palabras de Paco Coduras.

En el valle de Benasque, castigado por las tormentas en junio, el balance ha sido "mejor de lo esperado", según José María Ciria, que forma parte de la unión de hoteleros de la Ribagorza. "Se puede decir que hemos estado al 80%, pero los precios, eso sí, más baratos que antes", asegura.