Infraestructuras

Zaragoza instala sensores que detectan fugas y averías en la red de tuberías

Los caudalímetros ofrecen información en tiempo real sobre los caudales y presiones. Para optimizar el uso del agua, se están colocando sistemas de riego inteligentes

Imagen de archivo de unos operarios arreglando una tubería en la calle Felix Latassa de Zaragoza.  | ÁNGEL DE CASTRO

Imagen de archivo de unos operarios arreglando una tubería en la calle Felix Latassa de Zaragoza. | ÁNGEL DE CASTRO / carlota gomar

Carlota Gomar

Carlota Gomar

El Ayuntamiento de Zaragoza ha comenzado a instalar en la red de tuberías sistemas que permiten detectar cambios importantes en los caudales o alguna anomalía que indiquen que se está perdiendo agua. Además de permitir una mayor capacidad de respuesta frente a incidencias, ayudan a identificar las fugas por las que se pierden un sinfín de litros de agua.

Actualmente hay 40 sectores en la ciudad (las zonas abastecidas desde un punto de suministro de la red arterial donde se instala el sensor) controlados mediante un caudalímetro, una herramienta que también mide la presión de las redes de abastecimiento de agua potable y saneamiento. Gracias a su control remoto, los técnicos pueden detectar cualquier anomalía en tiempo real.

Este proyecto forma parte del plan de digitalización para mejorar la eficiencia del ciclo del agua y reducción del impacto del cambio climático. Un programa que pretende conseguir una gestión más eficiente de todo el proceso del agua haciendo uso de la tecnología de última generación y que persigue un objetivo: no perder ni una gota de agua.

Ayudas europeas

Con un coste total de 12,8 millones de euros, el ayuntamiento ha presentado este plan a la convocatoria del Perte de Digitalización del Ciclo del Agua y aspira a captar 9,4 millones de fondos europeos para acelerar su ejecución hasta 2025.

El programa se completa con la sustitución de las tuberías más antiguas y que ofrecen peor resultado, como las de fibrocemento, más frágiles y con más problemas para resistir las cargas a las que están sometidas, como las distintas presiones del agua, el peso de la tierra y el efecto del tráfico.

El año pasado se redujeron a 192 los reventones en la red de distribución de abastecimiento de agua, un 37% menos que hace tan solo un año, cuando se registraron 303, y que hace seis, cuando fueron 305. El resto de ejercicios (2017, 2028, 2019 y 2020), oscilaron entre las 236 y 281.

La renovación de la red de saneamiento por materiales más resistentes, como la fundición dúctil, es de suma importancia para evitar que se derrochen litros y litros de agua en cada fuga. De media, cada año se sustituyen unos 4,5 km.

Según explican desde el área de Infraestructuras, en 2022 se renovaron 5,3 km de tuberías. El 20% eran de la red arterial, con muchos tramos que estaban cortados y fuera de servicio debido a las continuas roturas y filtraciones.

Riegos inteligentes

El plan de digitalización municipal también incluye los sensores de riego inteligentes. El 15% de los riegos de la capital ya dispone de equipos automáticos con los que se programan las horas de aspersión, pero ahora se ha dado un más con la telegestión, que permite hacer un uso del agua más eficiente y responsable siempre en función de la situación climática de cada momento. Un sistema que se está testando en el parque Miraflores.

Gracias a este nuevo sistema, controlado de forma remota desde un ordenador o teléfono móvil, se podrán adaptar las horas de riego a las necesidades reales. Una metodología que generará, además, un importante ahorro de agua, ya que solo se regará cuando sea estrictamente necesario.

Las zonas verdes telegestionadas

Hay diversas instalaciones telegestionadas con programadores a pilas y sistemas 4G en Parque Goya II, en varias zonas del Actur como el triángulo entre Valle de Broto, María Zambrano y la avenida Pirineos, y en los jardines de Atenas y Lisboa de la avenida Puerta Sancho, en La Almozara. También disponen de sistemas cableados en el Parque Grande José Antonio Labordeta o en varios puntos de la ribera del Ebro.

En cambio, los sensores de Miraflores, ofrecerán información sobre el porcentaje de humedad y temperatura del suelo y, por tanto, determinarán cuándo es el momento más óptimo para regar las zonas verdes, cada una con sus peculiaridades.

Para coordinar estos proyectos habrá un gran Centro Digital de Control que integrará todos los datos de las redes de Infraestructuras, Ecociudad y Parques, Jardines e Infraestructuras Verdes a través de una plataforma informática común.

Suscríbete para seguir leyendo