Movilidad urbana

'Simpa' en el tranvía de Zaragoza: los revisores tramitan 200 multas al mes por viajar sin billete

Las sanciones oscilan entre los 30 y los 50 euros. En Zaragoza, el porcentaje es del 2% mientras que en otras ciudades, como Sevilla, asciende hasta el 14%

No sirve recargar la tarjeta en la máquina del convoy y validarla después

Una usuaria valida su tarjeta al subir al tranvía.

Una usuaria valida su tarjeta al subir al tranvía. / LAURA TRIVES

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Viajar en el tranvía o el autobús urbano de Zaragoza cuesta 43 céntimos, siempre que se utilice alguna de las tarjetas disponibles para pagar el transporte público. 43 céntimos. Aun así, hay gente que decide viajar gratis en los convoyes arriesgándose a recibir una multa, que oscila entre los 30 y los 50 euros. Cada mes, los revisores del Urbos 3 firman de media 200 denuncias, lo que se traduce en siete diarias. Al año son 2.500 las sanciones que se tramitan en el tranvía. 

Validar el título de transporte no solamente significa cumplir con la norma –y evitar una multa–, sino que es la única manera de que el usuario esté asegurado en caso de sufrir algún tipo de incidente durante el viaje. Los Tranvías tienen un equipo de revisores que comprueban, por medio de la EPF –el aparato portátil que utilizan para comprobar si se ha validado el billete o tarjeta– si los viajeros han abonado su correspondiente viaje. Cada mes realizan de media 45.000 inspecciones.

El tranvía de Zaragoza transportó el año pasado 28 millones de pasajeros. Cada día se suben al Urbos 3 entre 90.000 y 100.000 viajeros (en días laborables) y cada día, los revisores firman siete multas. «El porcentaje de fraude es muy reducido», aseguran desde Los Tranvías, que estiman que ronda el 2%, mientras que otras ciudades alcanzan hasta el 14%, como sucede en Sevilla. 

Si se echa la vista atrás, el número de multas es muy similar año tras año. En 2023 se tramitaron 2.474 sanciones, frente a las 2.626 del año anterior. En 2021, cuando la pandemia continuaba afectando al servicio y el Urbos 3 empezaba a recuperar los usuarios perdidos, fueron algo menos, 2.222.  

Dispositivo especial durante los pilares

Hay momentos puntuales en los que la picaresca –por decir algo– se dispara, como las fiestas del Pilar. Para ello, hace años que se instalan validadoras en el exterior, en los puntos más críticos como el recinto ferial de Valdespartera o en el centro. En estos casos se colocan en los accesos a las paradas donde, además, hay controles. 

También hay situaciones que se reproducen con frecuencia. Por ejemplo, eso de subirse al tranvía sin saldo y recargar la tarjeta en una de las máquinas expendedoras de los convoyes no es correcto. «Ofrecen la opción de recargar cuando no se dispone de más saldo para efectuar más viajes, pero el usuario debe validar su título nada más subir al tranvía», insisten desde Los Tranvías, que admiten que esta situación cada vez es menos frecuente. También advierten de otra situación típica: ir dos o más personas, que pague uno de los viajeros y se baje antes que el resto. En este caso, subrayan, el último en descender deberá tener la tarjeta o el billete porque, de subir el revisor, es la única manera de demostrar que ha pagado su billete de viaje. 

En cuanto a las multas, la sanción es de 50 euros, aunque, si se paga de inmediato o en el plazo de ocho días, el importe se queda en 30 euros.

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