La hora de la generación del cambio

Es la generación que contribuyó a cambiarlo todo. La generación que lideró la transformación de Aragón y que sentó las bases del actual Estado de Bienestar. Muchos de los que integran la denominada generación del cambio están a punto o han alcanzado la edad de jubilación. Son los que sufrieron de la forma más dramática la pandemia del covid, especialmente los que viven en residencias. Para ellos, envejecer no es sinónimo de pasividad, sino que reivindican una vida dinámica, social y cultural, y demandan poder disfrutar de un envejecimiento activo y de una calidad de vida saludable. 

Según el censo de 1 de enero de 2021, Aragón contaba con 1.325.371 habitantes, de los cuales, el 21,8% tenía 65 o más años. Las previsiones oficiales auguran que el envejecimiento poblacional irá en aumento. En 2035, el 28,3% de la población aragonesa será mayor de 65 años y un 9,1% será mayor de 80, y así hasta 2050, cuando la población mayor podría duplicar a la actual. 

En una sociedad que camina hacia el sobreenvejecimiento, las personas mayores de 65 años son el centro de las políticas públicas. Una situación que se ha visto acentuada tras las crisis del covid, que los mayores de 65 sufrieron con especial dureza y que dejó al descubierto su vulnerabilidad y su soledad.

A raíz de la pandemia, las Cortes de Aragón crearon una comisión especial de estudio que analizó la situación de los 344 centros residenciales de mayores diseminados por todo el territorio que dan servicio a unos 22.000 residentes. «La pandemia ha hecho que debamos enfrentarnos a nuevas situaciones y, por tanto, que sea necesario reflexionar sobre las muchas circunstancias que han dibujado una situación distinta a la que conocíamos, pero de manera especial sobre el papel de los centros residenciales, el modelo residencial, su organización, sus infraestructuras, el personal necesario, los costes, el papel de la sanidad en estos centros, entre otras cosas», destaca el texto de la ponencia. 

El Instituto Aragonés de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón está implantando un nuevo modelo de atención personalizada de los mayores, un plan individualizado de los cuidados que necesitan y que les permite poder continuar su proyecto vital. Este nuevo modelo asistencial está recogido en el Plan del Mayor impulsado por el Gobierno de Aragón. 

 De esta forma, el futuro pasa por centros de mayores que se parezcan más a domicilios particulares con infraestructuras reducidas con zonas verdes y abiertas. El papel de la tecnología también va a ser clave en el futuro de la atención a los mayores. Herramientas como la teleasistencia avanzada, la domótica o la telemedicina están llamadas a contribuir aportar mayor seguridad e independencia ante situaciones de soledad no deseada . 

Y el último gran eje de la asistencia a los mayores es la ley de Dependencia, cuyo desarrollo tiene zonas de luz y de sombras. El último informe emitido por el Observatorio de la Dependencia advierte que la comunidad es la que más retrocedió durante el año pasado en la aplicación de la ley. Según el citado informe, Aragón logra apenas 4,4 puntos sobre 10 y ocupa el undécimo lugar entre todas las autonomías. El informe detalla que las nuevas valoraciones apenas han crecido un 2,12% en 2022, mientras que a nivel nacional lo hicieron un 4,65%. El Gobierno de Aragón asegura, obstante, que 2022 se cerró con 37.547 personas atendidas , «un récord histórico», aseguran fuentes del departamento. Según la Consejería, «la foto es clara: más personas atendidas (en 2015 eran 17.000 en total) y menos demoras. Actualmente, el limbo es de 1.565, pero la intención es eliminarlo con la nueva orden de prestaciones que pronto presentaremos». En 2015, el limbo era de 12.000 personas. Aragón es, en estos momentos, la segunda Comunidad Autónoma del país con menor lista de espera en dependencia.