El alcalde de Canfranc, Víctor López, denunció ayer un nuevo incidente en la línea ferroviaria recién reabierta como consecuencia de un desprendimiento, aunque fuentes oficiales de Renfe lo negaron categóricamente. López señaló que el tren que cubría ayer por la mañana la línea Canfranc-Zaragoza se topó con una piedra enmedio de la vía en las cercanías de Riglos, lo que obligó al maquinista a frenar y a retirarla para seguir el viaje.

El convoy partió poco después de las siete de la mañana de la estación pirenaica y se encontró la piedra en el trazado cuando llevaba unas dos horas de viaje. Según López, el desprendimiento se registró en la misma zona de Riglos en la que hace poco más de un mes se produjo el accidente --por otro desprendimiento-- que llevó a la compañía Renfe a cerrar la línea. Sin embargo, fuentes oficiales de Renfe aseguraron a este diario que no tenían constancia de ningún incidente.

Como se recordará, la línea ferroviaria entre Jaca y Canfranc se reabrió al tráfico de pasajeros el pasado lunes, después de que operarios de la compañía repararan la infraestructura y realizaran labores de limpieza en las márgenes de la vía en el tramo comprendido entre Ayerbe y Canfranc. Hasta el momento, los convoyes no habían vuelto a sufrir incidencias por desprendimientos de piedras.

El alcalde de Canfranc consideró que este nuevo episodio "corrobora" que la línea ferroviaria están en mal estado y que los trabajos realizados en las últimas semanas no han sido más que un "apaño". López tildó de "vergüenza" que los trenes tengan que circular en algunos tramos a 40 kilómetros por hora --la mitad de la velocidad máxima permitida-- para que los maquinistas tengan tiempo de reacción ante la presencia de piedras en las vías. "Renfe se debería dejar de historias e invertir en la línea todo el dinero que debiera", concluyó.