Ya conocen ustedes mi afición a los libros sobre la reciente historia de Aragón y en particular los episodios relativos a la guerra civil. Es porque ahí existe un agujero negro donde se pierde nuestra memoria para desaparecer en la nada. En este sentido se han publicado últimamente dos interesantes obras: Lloviendo piedras , de la que es coautor mi colega y amigo Miguel Asensio y que va de los acontecimientos ocurridos en Calatorao durante la República y la Guerra Civil, y Alcañiz 1938. El bombardeo olvidado , de José María Maldonado. Este último trabajo en particular produce un tremendo impacto porque desvela la hondura y voracidad del agujero negro que les decía; nos sitúa ante una situación horrible: nuestro pasado fue reescrito sobre la marcha y nos han dejado en blanco escenas y sucesos de enorme importancia.

No es normal que un país (o región o como queremos llamar a la tierra en que vivimos) descubra súbitamente hechos notorios sucedidos a la vista de todos hace tan sólo sesenta y cinco años. Alcañiz fue bombardeado por la aviación italiana que apoyaba a Franco. Hubo centenares de muertos y heridos, viviendas incendiadas, edificios destruidos. ¡Y luego tan evidente y luctuoso hecho fue borrado literalmente de crónicas y escritos! No hubo noticias ni documentos accesibles ni una línea en los manuales ni cuadros de Picasso ni revisiones oficiales... Nada. Apenas el recuerdo de los supervivientes muy condicionado por décadas de miedo y silencio.

Esto es increíble y sobrecogedor. También es muy actual, porque anticipa las pautas de la actual relación entre el poder y los medios de comunicación que hoy (se supone) envasamos la memoria colectiva.

En esta era Bush , los agujeros negros se tragan las causas y consecuencias de las guerras, la corrupción de los gobiernos, la manipulación de las masas... cualquier cosa cuya verificación por el público no es conveniente . Los periodistas más empedernidos rezamos cada día para que la Santa Madre BBC persista mientras esperamos que escampe el bonito cielo de las libertades democráticas. E intentamos conservar la verdad en el recuerdo.