El director general de Carreteras del Gobierno de Aragón, José Luis Abad, minimizó ayer las afecciones negativas que puedan causar a los vecinos las obras de acondicionamiento de la travesía A-1305 a su paso por Epila, aunque reconoció que puedan existir. De esta forma, Abad respondió a las quejas de un grupo de epilenses que ha manifestado su malestar por las nuevas aceras de la travesía que, en algunos tramos, superan la altura de la entrada a las viviendas, "con lo que cuando llueve el agua entra con facilidad hasta los patios de las casas", según manifestó la portavoz de los afectados, quien prefirió no identificarse.

IMPACTO MENOR Según Abad, el impacto negativo "no puede ser muy grande", porque el proyecto de la travesía se hizo contando con la colaboración municipal y durante el proceso de aprobación los vecinos pudieron hacer las propuestas o modificaciones que consideraran necesarias. Sin embargo, a pocas semanas de acabar las obras --cuyo plazo de entrega finaliza en diciembre-- un grupo de vecinos ha elevado en reiteradas ocasiones al ayuntamiento una queja por las nuevas aceras cuya altura supera el nivel de entrada a algunas viviendas, lo que al parecer facilita la entrada de agua en caso de lluvias.

Pese a que el ayuntamiento no es el responsable de estos trabajos, competencia de la DGA, el concejal de obras, Fernando Sanjuan, explicó ayer que el consistorio está al corriente de las reclamaciones vecinales e intenta encontrar una solución. De hecho, según señalaron Sanjuan y Abad, los técnicos de la dirección facultativa de la obra para intentar hallar una solución sin alterar demasiado lo fijado en el proyecto.

Pero mientras esa solución no llega, los vecinos insisten en su reclamación puesto que temen que si no se actúa y se soluciona el problema ahora, las aceras quedaran ahí "de por vida" y los problemas se repetirán siempre que llueva, creando a la larga "humedades", según explicó la portavoz vecinal.

Los vecinos también reconocieron la importancia y necesidad de llevar a cabo obras en la travesía, como días atrás señaló el alcalde, Martín Llanas, pero no entienden por qué han de salir "perjudicados". La única explicación que tienen los vecinos es "la falta de planificación", por lo que reclaman que antes de que finalicen las obras los responsables pongan solución a su problema, porque "siempre se está a tiempo de rectificar", señalaron.