Organizar la primera comunión del peque de la casa puede suponer para una familia aragonesa un gasto que oscila entre los 2.800 euros y 7.100 euros, según se desprende de un estudio realizado por la Unión de Consumidores de Aragón (UCA). El banquete, el vestido, la ropa para el resto de la familia, los reportajes fotográficos, los recordatorios y los regalos hacen que el gasto de esta celebración se asemeje al de una boda, y no deja de crecer año tras año. Mayo dejará un gran agujero en la cuenta corriente de numerosas familias con niños de entre 8 y 9 años.

Sin embargo, en lo que se refiere a los gastos de vestuario, hay una diferencia abismal entre el precio medio de un vestido de comunión de niña y un traje para un niño. Mientras que un vestido oscila entre los 180 y 590 euros, el coste de un traje de calle o de marinero varía de 100 a 215 euros. Pero en el caso de las niñas, al vestido hay que añadirle los complementos como la chaqueta, los guantes, la diadema, el bolso y los zapatos. En total, equipar a una mujercita puede costar entre 353 y 800 euros, mientras que en el caso de un niño el precio está entre los 205 y 335 euros.

A todo ello deberemos sumar otros accesorios, como la cadena, el crucifijo, la medalla, el rosario y el reloj, que engrosan la lista de gastos en otros 240 o 630 euros. Pero también hay que vestir al resto de la familia. Padre, madre y hermanos acostumbran a estrenar para la ocasión.

Después, llega el momento de elegir el lugar donde celebrar el banquete. En este apartado, el precio del cubierto está entre los 33 y los 60 euros, dependiendo de si incluyen espectáculos infantiles.

Y claro, después de la gran inversión que se ha realizado para la ocasión ¿cómo no encargar un reportaje fotográfico o de vídeo? Pues bien, las imágenes de estudio previas al gran día pueden costar entre 50 y 390 euros, según el número y calidad. A este precio, hay añadir el reportaje de vídeo el mismo día de la comunión.

Y, para rematar, no hay que olvidarse tampoco de los invitados, a quienes se entregará los recordatorios con las típicas peladillas que salen a una media de tres euros.

Pero, sin duda, el capítulo de los regalos es uno de los que más ha evolucionado, según la UCA. Del reloj, la bicicleta o la enciclopedia, se ha pasado a sofisticados ordenadores o consolas de videojuegos e incluso a viajes a parques temáticos.

Y es que, según la UCA, "lo que antaño era una fiesta religiosa, hoy se ha convertido en un acto social que mueve casi tanto dinero como una boda" y, cada vez más, "los comulgantes se convierten en reproducciones de novios en miniatura".