Cantautor

Toda su vida ha estado en hato de Foces, el mítico grupo oscense. Pero ahora nos sorprende con su apuesta individual desde Constante y sonante (Delicias Discográficas). Un disco que contiene una visión de Aragón reivindicativa y melancólica. Se presenta este domingo en Binéfar.

--Me ha sorprendido el contenido del disco: es muy ¿aragonesista?

--Sí, es un disco con sentimientos aragoneses. Es una deuda personal pendiente que yo tenía, desde hace años. Me he movido en este mundo de la tradición y cuando os conocí a los cantautores en aquellos tiempos ya pensaba que me hubiera gustado estar ahí, pero entonces no supe.

--Hay una huella inevitable de Hato de Foces.

--Claro, todo lo que conlleva el sabor de la tierra, trasladado a una actualidad, tanto en lo musical como en las letras. Mucho más atrevido, arriesgado...

--Hablando de riesgo: lo hay porque en estos momentos parece que se da un enfriamiento de lo aragonés.

--Claro, el pequeño sentimiento que nos unía en grandes manifestaciones y retos parece que se ha solucionado y ha enfriado el ambiente reivindicativo. El disco ha salido con el pie cambiado en ese sentido, pero yo sé que se mantendrá porque en un año no hemos solucionado nuestros problemas. El agua no es el único problema de Aragón.

--Vayamos a la música: Ha sido grabado con músicos oscenses.

--Sí, todos los amigos son de Huesca salvo una colaboración de Javier Payarola. En el disco están Manolo Franco, que ha hecho la producción y toca teclados y acordeón. Tolo Pueyo, que ha sido un hallazgo: estaba muy ajeno a este tipo de música, un guitarrista que viene del rock y se ha acoplado perfectamente. Lorenzo Montull al bajo y Jorge Marsó a la batería. Y han colaborado Olga Orús, José Luis Ochoa, en voces, Salva a las puas, Jorge Ramón clarinete y Carolina García al violoncello.

--Yo le escuché una vez en un tono más blusero...

--Sí, yo creo que nos hemos dejado llevar mucho por las guitarras y los teclados, y eso modifica la esencia del grupo. Tenemos un sonido dentro de una línea folk, pero más potente, y con un transfondo sutil de otros ritmos.

--¿Cómo se ve la música aragonesa desde Huesca?

--Fíjate, la Ronda de Boltaña ha movido mucho los sentimientos. Desde Huesca hay actividades de este estilo todo el año. Yo creo que la gente joven no valora nuestra música como antes. Me refiero sobre todo a los chavales jóvenes, quizás porque medios como la televisión han hecho cambiar los gustos. Precisamente lo que echamos en falta es una TV autonómica que sirva de escaparate para los creadores.