POR

ADRIANA OLIVEROS

Ni el señor salmón ni la señora queimada se perdieron ayer la divertida lifara que acogió la fábrica de La Zaragozana. Y tampoco faltaron el pincho y la chistorra. Que por tan sabroso nombre se hacen llamar los miembros de cofradías gastronómicas varias que pasaron por la ciudad del agua y el adoquín para investir a Félix Longás, director de la citada empresa cervecera, como caballero de honor de estos placeres cocineros. Ataviados con chapelas y antiguas capas (con un look entre un tuno y un gentleman ), acudieron al evento los cofrades, encabezados por el secretario general de la federación de estas hermandades, Juan José Lapitz, el presidente del pincho, Gonzalo Nuin, y los representantes de las juntas del salmón (Rafael Muguruza), la sidra (Cristina Goñi), la alubia (José Ignacio Tellería), los Corsaires Basques (Edouard Bereau), y la Vasca Gastronomía (Luis Mokoroa). Rodearon todos a Longás para hacerle prometer (sable en mano, al estilo de los caballeros medievales) "amar la buena cocina" y "defender la gastronomía". Y él prometió. Sonó el txistu de Modesto Lasa para dar más aire de ceremonia a la imposición de la medalla. Y aún tuvieron tiempo los cofrades de cantar el cumpleaños feliz (en doble versión euskera y castellano) al director de márketing de La Zaragozana, Enrique Torguet, que cumplía años (en plural e indefinido). Al aplauso se unieron los maestros cerveceros Manuel Navarro y Antonio Fumanal, así como Tomás Carrillo, encargado del Espacio Ambar, y Helena Martín. Y tras el aperitivo, partieron a otra cita en El Cachirulo, para preparar con buen vino la reunión del capítulo de la catalana Cofradía del Agua. Otro capítulo del buen vivir.