El incremento de las denuncias por hurtos en la zona de bares del Temple durante los fines de semana ha obligado a la Policía de Zaragoza a desplegar un dispositivo de vigilancia que empezó a funcionar el último sábado, cuando se detuvo a cuatro presuntos delincuentes.

Los agentes destinados, de la comisaría de distrito Centro, comenzaron a actuar a las cinco de la mañana, hora en la que los rateros actúan al descuido, robando bolsos y cazadoras que los clientes dejan en sillas, mesas y en las barras del bar.

Aunque la llegada de los policías al sector ahuyentó a varios carteristas, uno grupo de delincuentes que actuaba coordinadamente continuó con sus labores hasta que fueron descubiertos.

Los rateros utilizaban como muletas sus propios abrigos, que dejaban sobre los que estaban en las mesas para apoderarse de los bolsos y prendas caras cuando abandonaban los locales.

Estos movimientos fueron observados por los policías, que detuvieron a cuatro miembros del grupo, todos ellos de origen marroquí, cuando acababan de robos el bolso a una joven. Un quinto cómplice que les apoyaba desde el exterior del establecimiento, huyó al observar las detenciones. Los sospechosos no llevaban ningún tipo de documentación y no tienen domicilio conocido en Zaragoza.

Según fuentes del Cuerpo, este dispositivo de seguridad, que cuenta con el apoyo de los propietarios de los bares del sector, se mantendrá durante los próximos fines de semana.